La necesidad de que las compañías gobiernen sus datos de una manera eficiente y fluida es más importante hoy que nunca.
Los diferentes equipos de una empresa pueden obtener un valor considerable del hecho de disponer de información fiable para la persona adecuada en el momento preciso. La implementación de un modelo de gobernanza de datos es fundamental para asegurarse de que diferentes grupos en el seno de una organización puedan extraer distintos insights de valor añadido de los mismos conjuntos de datos.

A continuación se exponen cuatro razones por las cuales la gobernanza de datos es fundamental para la prosperidad futura de una compañía:

Gobernanza de datos: un breve resumen

La noción de la gobernanza de datos y el valor que puede aportar a las empresas tiene una larga trayectoria, A principios de los 2000, consistía en un conjunto de procesos poco definidos para gestionar grandes cantidades de datos y estaba claramente identificada dentro de las responsabilidades del departamento de IT. Desde el momento en que el comercio electrónico y las redes sociales empezaron a desarrollarse, seguidos por la llegada del Big Data, las empresas empezaron a ser conscientes del valor que tenían sus activos en el terreno de los datos y se fueron volviendo cada vez más dependientes de ellos en la toma de decisiones. Con la evolución de una tecnología ERP más avanzada, la gobernanza de datos se transformó en un conjunto de prácticas que afectaban a toda la compañía, pues cada vez estaba más claro que diferentes grupos dentro de la organización podían obtener insights con valor añadido a partir del mismo conjunto de datos, y que una empresa puede obtener un valor considerable con información fiable que fluya hacia la persona adecuada en el momento oportuno.

Si damos un salto hasta el momento presente, vemos que la gobernanza de datos está muy alta en la lista de prioridades de cualquier compañía que gestione y procese grandes volúmenes de datos. Estas son las razones:

La supervivencia ante la digitalización acelerada

Conforme la cada vez más generalizada digitalización gana impulso, la capacidad de las compañías para gestionar y aprovechar su data es en estos momentos un factor fundamental de cambio en las reglas del juego.

Transformación digital: en la era del Covid-19, la rápida implantación de la transformación digital implica que en 2021 las compañías deben moverse con rapidez para ser capaces de estructurar y aprovechar de manera efectiva el fuerte crecimiento de los datos. El 63% de los líderes empresariales afirman que el Coronavirus ha hecho que sus empresas asuman la transformación digital antes de lo esperado (según datos de Celerity).

La nube: la migración a la nube también se está acelerando conforme las organizaciones necesitan recolectar cada vez más datos, distribuirlos en tiempo real a una audiencia en expansión y esforzarse para conseguir una mayor agilidad en sus capacidades de procesamiento de los propios datos. En su artículo “Our Top Data and Analytics Predictions for 2019”, Gartner pronostica que para 2023, el 75% de todas las bases de datos estarán en la nube, lo que hará aumentar la complejidad de la gobernanza y la integración de datos.

Personalización: el 40% de los profesionales del marketing afirman que su mayor reto en el terreno de la personalización es vincular las diferentes tecnologías relacionadas con los datos, mientras que el 34% consideran que el mayor problema son los datos de mala calidad (según Experian).
Para ser capaces de superar el futuro reto de personalizar experiencias del consumidor 360º, los datos entrantes tendrán que ser gestionados de modo que permitan a las organizaciones confiar enteramente en un proceso de toma de decisiones basado en datos. Esto requiere la optimización de las políticas internas de datos, así como adaptar la cultura corporativa, la estructura organizativa y la infraestructura tecnológica.

Manejo de la diversidad de los tipos y formatos de datos

Con más de 20.000 millones de dispositivos IoT activos en la tecnosfera, la diversidad y disparidad de datos se incrementa a pasos acelerados. En consecuencia, los diferentes tipos de datos y bases de datos se están expandiendo por toda una gama de lugares de almacenamiento - on-site, off-site y SaaS (software como servicio, por sus siglas en inglés)- que con frecuencia tienen características de almacenaje incompatibles.
Por lo tanto, es fundamental dotarse de prácticas efectivas de gobernanza, seguridad y recuperación de datos.

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Aprovechamiento del incremento exponencial en el volumen de datos

El volumen de datos también está creciendo exponencialmente y el Foro Económico Mundial estima que para 2025 se generarán cada día en todo el mundo 463 exabytes de datos. La necesidad de extraer valor de los datos como parte de las iniciativas de transformación digital implica que el volumen y complejidad de los datos almacenados no hará sino incrementarse. Los programas de gobernanza de datos potenciados por analítica serán más esenciales que nunca para permitir el almacenaje y utilización de nuevas fuentes de datos procedentes de tecnologías y plataformas móviles cada vez más avanzadas.

Inclusión del creciente número de partes interesadas y usuarios de los datos dentro (y fuera) de la compañía

El 49% de las empresas carecen de los puestos apropiados para implementar la gobernanza de datos (según Gartner). Para asegurar que esa gobernanza sea efectiva, las compañías necesitan una estructura de liderazgo bien definida que promueva la vinculación de las diferentes partes interesadas, cuyo tiempo, energía y persistencia son requisitos para tener éxito. Esto puede incluir un número indeterminado de cargos -dependiendo del tamaño y complejidad de la organización- que van desde gestores de datos, arquitectos de datos y analistas a equipos de marketing y producto, pasando por business intelligence y puestos ejecutivos. A pesar de la existencia de puestos ya asentados en las áreas de gobernanza de datos como son los de fideicomisario, administrador y custodio de datos, en las compañías pueden producirse solapamientos en términos de quién tiene la responsabilidad sobre el manejo de los datos.