Coca-Cola ha dado a conocer que fabricará una nueva versión de su refresco elaborado con azúcar de caña procedente de Estados Unidos y que verá la luz este otoño. El anuncio tiene lugar una semana después de que el Presidente Donald Trump afirmara estar en conversaciones con la compañía para que utilizara el ingrediente.
Tal y como ha expresado Coca-Cola durante la presentación de sus resultados financieros, la iniciativa se enmarca en su agenda de innovación continua. En este sentido, el lanzamiento de un producto elaborado con azúcar de caña estadounidense pretende ampliar su gama de productos de marca registrada Coca-Cola.
“Esta incorporación está diseñada para ofrecer más opciones para todas las preferencias”
“Esta incorporación está diseñada para complementar la sólida cartera principal de la compañía y ofrecer más opciones para todas las ocasiones y preferencias”, apunta la empresa. Se deduce, por tanto, que el nuevo producto complementaría el portfolio principal de bebidas de Coca-Cola, y podría ser una alternativa para su producto estrella, en lugar de un reemplazo.
El movimiento de la compañía sucede tras las declaraciones de Trump en Truth Social, en las que daba a entender que había acordado con la compañía la sustitución del jarabe de maíz de alta fructosa por azúcar de caña “real”, refiriéndose, en realidad, a azúcar de caña estadounidense. “He estado hablando con Coca-Cola sobre el uso de azúcar de caña REAL en la Coca-Cola en Estados Unidos, y han accedido. Quisiera agradecer a todas las autoridades de Coca-Cola. Será una muy buena decisión por su parte. Ya verán. ¡Es simplemente mejor!”, apuntaba el Presidente.
En ese momento, que se produjo el pasado 16 de julio, desde Coca-Cola tan sólo se limitaron a agradecer “el entusiasmo del Presidente Trump” por su icónica marca Coca-Cola y adelantaron que pronto compartirían más detalles sobre sus nuevas propuestas innovadoras.
La apuesta de Coca-Cola por el azúcar de caña se entiende, por un lado, en el marco de las políticas proteccionistas de Trump, y por otro, en el contexto de la campaña “Make America Healthy Again” (Hacer América saludable de nuevo), impulsada por el secretario de salud, Robert F. Kennedy Jr.
Éste está manteniendo conversaciones con las grandes empresas de alimentación estadounidenses para que dejen de utilizar jarabe de maíz de alta fructosa en sus fórmulas en favor de otros tipos de edulcorantes.
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Robert F. Kennedy Jr. ha señalado en varias ocasiones que el jarabe de maíz es un ingrediente perjudicial que provoca obesidad y diabetes, según recoge CNN.
Sin embargo, los expertos de organizaciones médicas y alimentarias señalan que las bebidas elaboradas con azúcar de caña en lugar de jarabe de maíz no son necesariamente más saludables, y recuerdan que el consumo excesivo de azúcar es perjudicial.
Si bien la versión actual de Coca-Cola en Estados Unidos se elabora con jarabe de maíz, la compañía utiliza el azúcar de caña en otros de sus productos. Además, produce y comercializa la versión de Coca-Cola con azúcar de caña en México, que también se vende en Estados Unidos pero a un precio superior.
