En un contexto en el que las marcas buscan ser relevantes, no sólo por lo que venden, sino por lo que representan, Coca-Cola vuelve a poner sobre la mesa un informe que va más allá de la rendición de cuentas: es un ejercicio, como dicen desde la compañía, “de transparencia”, con ambición de storytelling corporativo.
Así, por cuarta ocasión, la marca ha decidido hacer públicos los datos que dan forma a su impacto socioeconómico en España: 6.951 millones de euros de valor añadido al PIB, más de 109.100 empleos generados de forma directa e indirecta, y 76 céntimos que revierten a la economía nacional por cada euro gastado en una bebida de la compañía.
Coca-Cola busca reforzarse como una pieza clave del engranaje económico y social local
Los datos proceden del Estudio de Impacto Socioeconómico de Coca-Cola en España en 2024, elaborado por la consultora internacional Steward Redqueen. Un ejercicio de medición que analiza tanto la actividad de Coca-Cola Iberia como de Coca-Cola Europacific Partners Iberia, para reforzar la idea de que Coca-Cola no es sólo una marca global, sino también una pieza clave del engranaje económico y social local.
“Hace más de 70 años que producimos las bebidas de Coca-Cola en España. Somos una compañía global cuyo origen, operaciones y cadena de valor son locales”, señala Albert Pérez, Director Financiero de Coca-Cola Europacific Partners Iberia. “Los datos muestran que nuestras actividades tienen un importante impacto en las comunidades en las que estamos presentes”.
Un euro en Coca-Cola = 76 céntimos para España
En 2024, los consumidores españoles gastaron 9.200 millones de euros en bebidas de Coca-Cola, lo que se traduce en la venta de 2.900 millones de litros. Pero lo más relevante es el efecto económico de ese consumo: el 76% de cada euro gastado se queda en el país, gracias a una red de producción, distribución y comercialización arraigada en el territorio, como explican desde la compañía.
En términos macroeconómicos, el dato más elocuente del estudio es que la actividad local de Coca-Cola en España aportó en 2024 el equivalente al 0,44% del Producto Interior Bruto. Traducido a cifras absolutas, eso supone 6.951 millones de euros de valor añadido, de los cuales 525 millones provienen de manera directa -a través de la operación interna de la compañía- y 6.426 millones de forma indirecta, mediante la red de proveedores, distribuidores y puntos de venta que activan el consumo. En un contexto de diversificación industrial y búsqueda de motores internos de crecimiento, este porcentaje convierte a Coca-Cola en un actor relevante dentro del engranaje económico del país.
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Más allá del refresco
Por otro lado, la actividad de Coca-Cola en España emplea directamente a 3.937 personas, pero su efecto multiplicador genera un total de 109.137 empleos si se suma el impacto indirecto. Dicho de otro modo: por cada empleo directo, se crean 27 empleos adicionales en sectores asociados.
Esa capacidad de dinamizar el empleo no se entiende sin la infraestructura territorial de la compañía: seis plantas de producción, cuatro manantiales ubicados en municipios del norte de España y 58 oficinas comerciales repartidas por todo el país. Así, Coca-Cola abastece a más de 310.000 puntos de venta -entre hostelería, restauración y alimentación-, y llega prácticamente a los 8.132 municipios del país, urbanos y rurales por igual.
En los últimos 6 años, Coca-Cola Europacific Partners ha invertido más de 300 millones en sus plantas y manantiales
Además, según los datos aportados por la compañía, en los últimos seis años, Coca-Cola Europacific Partners ha invertido más de 300 millones de euros en sus plantas y manantiales en España y Portugal. En 2024, la inversión industrial ascendió a 65 millones de euros, reforzando su compromiso con la producción local y la mejora continua de su sistema logístico y operativo.
Gracias a su fuerza industrial y a la capilaridad de su sistema de distribución, Coca-Cola contribuye al desarrollo de las economías locales. Como dice Albert Pérez, "somos capaces de poner en marcha una cadena que no solo deja una huella económica, también impacta en la sociedad".
Marca país
Más allá de los datos económicos, el informe subraya también el papel de Coca-Cola como agente social. En este sentido, la compañía identifica necesidades locales y diseña proyectos medioambientales y sociales junto a administraciones públicas y entidades expertas. Es el caso, por ejemplo, de la colaboración con el Cabildo de Tenerife en proyectos de regeneración hídrica o con el Ministerio para la Transición Ecológica, a través del programa Hostelería #PorElClima, que ha involucrado a más de 15.000 establecimientos con 240.000 acciones sostenibles.
El proyecto Mares Circulares es otro ejemplo emblemático: en los últimos siete años, ha movilizado a más de 54.000 voluntarios para la limpieza y conservación de entornos marinos, logrando recoger 2.600 toneladas de residuos y formar a más de 93.000 personas en sostenibilidad.
Y en el ámbito social, los programas GIRA Jóvenes y GIRA Mujeres han beneficiado ya a más de 31.000 personas, y en 2024 se registraron 8.700 horas de voluntariado corporativo por parte de los empleados de la compañía.
“Nos enorgullece liderar un sector que contribuye a la economía española en más de 10.700 millones de euros, según cifras de Anfabra”, afirma Pedro Fernández, Director de Asuntos Públicos, Comunicación y Sostenibilidad de Coca-Cola Iberia. “Juntos contribuimos a crear más empleo, más riqueza y más valor social. Estamos presentes en los momentos compartidos y cotidianos de la gente, con un portafolio de marcas tan amplio como nuestros consumidores”.
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En un contexto en el que el propósito de marca es clave, Coca-Cola quiere ser percibida como algo más que un símbolo global del consumo. Quiere ser entendida como un actor comprometido con el desarrollo local, el empleo, la sostenibilidad y la cohesión social.