LinkedIn se está llenando de imágenes con tachones y garabatos rojos, anotaciones alocadas y dibujos llamativos, como si se tratara de un examen de secundaria corregido por un profesor enfadado. Y la realidad es que la tendencia que hay detrás no se aleja demasiado de ello, porque los profesionales están solicitando a las herramientas de inteligencia artificial que evalúen sus perfiles en la red social. 

El movimiento se denomina “LinkedIn Roast”, en alusión al término anglosajón que significa criticar. Eso es precisamente lo que están haciendo los usuarios con la información de su trayectoria que ofrecen en la plataforma: recurrir a ChatGPT, Gemini o Nano Banana para poner en evidencia, con un humor ácido e irreverente, el contenido de su propio perfil. 

Los usuarios están haciendo capturas visuales de su información y subiéndolas a las herramientas para que las analicen. El resultado es esa misma imagen, pero llena de garabatos con críticas sobre la calidad de la foto de perfil o de portada, el atractivo del texto elegido para describirse a uno mismo, o el interés de las publicaciones realizadas. 

Tal y como puede verse en las imágenes que están protagonizando la tendencia, la lectura que la IA hace de la información de los profesionales tiende a ridiculizar ciertas prácticas extendidas en LinkedIn en los últimos años. Entre ellas, la pomposidad en la descripción de los cargos, el embellecimiento de trayectorias, el autobombo o, directamente, la invención o falsificación de certificaciones o experiencias laborales.

Así, comentarios como “cargos inflados”, “no le importa a nadie”, “bla, bla, bla, ¡aburrido!”, “qué pereza” o “bingo de palabras clave”, son algunas de las observaciones que devuelve la tecnología. El texto, además, se acompaña de todo tipo de dibujos, como calaveras, cuernos de diablo o emojis con caras enfadadas. 

 

 

 

 

 

 

La tendencia “LinkedIn Roast” predomina entre los usuarios de habla inglesa, especialmente en aquellos de origen asiático. No obstante, se está popularizando e influye ya en profesionales de todas partes del mundo y en diferentes idiomas, también en español. 

La corriente parece nacer, en parte, de llevar a cabo un ejercicio voluntario de poner en evidencia los egos corporativos que inundan la red social profesional y de señalarse a uno mismo como víctima también de la propensión generalizada a la validación, a destacar y a fanfarronear en cuanto a trayectoria o logros laborales. 

No obstante, la participación en la tendencia supone en sí mismo un acto de egolatría, puesto que, en la mayoría de los casos, busca no sólo los likes o comentarios por parte de otros usuarios, sino poner de manifiesto la apuesta del profesional por la innovación, su atención a la actualidad y su ambición por formar parte de la conversación social. En este sentido, ejerce también como una estrategia de visibilidad. 

Si bien algunos entienden el ejercicio como útil, puesto que de él pueden inferirse áreas de mejora tanto en la configuración del perfil como en el contenido que se muestra, otros dicen haberse sumado a “LinkedIn Roast” por mera diversión. 

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Muchos usuarios que se han sumado al movimiento han compartido el prompt que han utilizado para recibir la crítica de su perfil. En la mayoría de los casos, es el mismo: “Critica la captura de pantalla de mi perfil de LinkedIn, superpón garabatos locos, tinta roja, comentarios dementes y opiniones. Sé sarcástico con un humor ácido".

De ahí que todas las imágenes resultantes de esta indicación guarden similitudes entre ellas: comentarios parecidos en las mismas secciones y el uso de los mismos recursos visuales. Esto, por su parte, refleja la tendencia a la homogeneización en el contenido, derivada del uso de herramientas de inteligencia artificial; algo que se ha hecho evidente en la propia LinkedIn a lo largo de los últimos meses. 

Con todo, algunos apuntan que “LinkedIn Roast” revela cómo ha evolucionado la IA, cuyos modelos ya son capaces no sólo de generar humor e ironía, sino también de identificar los contextos, interpretar los tonos de las comunicaciones y aplicar sarcasmo en sus respuestas.