Una transformación imparable, pero gobernable: los retos de la Sociedad Digital en España

  • Telefónica ha compartido las conclusiones del informe “Sociedad Digital en España 2022"
  • España destaca en conectividad, pero encuentra dificultades para aumentar los beneficios de la adopción tecnológica
Telefónica ha compartido los resultados del informe “Sociedad Digital en España 2

"En tiempos de incertidumbre, lo más sensato es ceñirse a las certezas. Yo me
atrevo a enunciar dos: la digitalización es imparable, la digitalización no
puede ser ingobernable".

Así reflexiona José María Álvarez-Pallete, Presidente de Telefónica, acerca de la evolución de la transformación digital en el informe “Sociedad Digital en España 2022”. Pero no por alto los efectos irreversibles que pueda generar la revolución tecnológica que ahora nos ocupa. Alude a la posverdad, a la manipulación ideológica o a sofisticados tipos de delicuencia. Y por ello pone en evidencia la necesidad de un nuevo contrato social que garantice respeto a la libertad, la dignidad y privacidad. “Que permita, en suma, que la transformación digital sea gobernable”.

El informe destaca el nivel de conectividad como una de las fortalezas digitales de España

Se trata de una introducción que transmite y refleja una idea que vertebra la totalidad del informe: la de los desafíos de conseguir una digitalización que continúe contribuyendo a la superación de la crisis económica derivada de la pandemia, al tiempo que se evita el agravamiento de desigualdades y brechas sociales, culturales y económicas. Desde la compañía señalan también, los retos de abordar esta cuestión en el actual contexto de incertidumbre y volatilidad, pero ponen en valor la fortaleza del nivel de conectividad de nuestro país. 

Digitalización como palanca de crecimiento

Entre las principales conclusiones que arroja el informe de Telefónica, destaca la atribución de un comportamiento resiliente durante la crisis del coronavirus al grado de digitalización de la sociedad española. En este sentido, las organizaciones y las personas hayan sido capaces de recuperar o mantener su actividad después de la interrupción o alteración del funcionamiento de las cosas. 

Según el Barómetro de la Economía Digital AMETIC 2021 el peso de la economía digital -tecnologías la información y comunicaciones, componentes electrónicos asociados a las comunicaciones y los contenidos digitales asociados a la información y
al ocio- sobre el PIB en 2020 era del 4,05%. También indica que la caída del valor añadido bruto del sector digital fue notablemente menor que la del PIB durante aquel ejercicio: el -2,4% frente al -9,8%. 

El análisis apunta que la posición de España respecto a los países europeos en términos de grado de digitalización mejora año tras año. Según la edición de 2021 del informe DESI (Índice de la Economía y la Sociedad Digital) de la Comisión
Europea, España ocupa el noveno puesto dentro de los veintisiete Estados
miembros de la Unión Europea, lo que supone un avance respecto al undécimo puesto registrado en 2020. 

El informe indica que España destaca en los epígrafes de conectividad y de servicios públicos digitales, pero presenta opciones de mejora en lo que respecta a capital humano e integración de la tecnología digital en la empresa, especialmente entre las pymes. 

La conectividad en España

“Sociedad Digital en España 2022” destaca el alto nivel de conectividad de nuestro país. Así, España se sitúa en el top 4 de los países de la OCDE con mayor proporción de accesos de fibra óptica respecto del total de accesos de banda ancha fija. El 76,2% de los accesos de banda ancha fija eran de fibra óptica a mediados de 2021, 6,5 puntos más que un año antes. España solo se encuentra por debajo de Corea del Sur (85,9%), Japón (82,5%) y Lituania (77,2%). Atendiendo al ámbito europeo, España es el tercer país con mejor conectividad, solo superada por Dinamarca y Países Bajos. 

Entre otros indicadores que muestran esta fortaleza, destaca el hecho de que el 65,4% de los hogares cuenten con conexiones fijas de al menos 100 Mbps, muy por encima de la media europea del 34,2%. En lo que respecta al móvil, a mediados de 2021, la penetración de la banca ancha alcanzó las 105,1 líneas por cada 100 habitantes, 3,2 puntos más que en el segundo trimestre de 2020.

Por otro lado, Telefónica apunta que la conectividad de banda ancha ultrarrápida está llamada a ser el pilar de la digitalización en España, con el 5G representando una oportunidad para reactivar la economía. En este sentido, el informe recoge las previsiones del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, que estima que la tecnología 5G supondrá en nuestro país inversiones por valor de más de 5.000 millones de euros y la creación de 300.000 empleos. 

El ocio, en el epicentro del uso de internet

El smartphone, el ordenador y la tableta siguen siendo los dispositivos principales empleados por los usuarios para acceder a internet. Sin embargo, otros elementos, como los altavoces inteligentes, las pulseras de actividad o los electrodomésticos inteligentes, han ganado presencia. 

Los ordenadores, por ejemplo, se han visto beneficiados por la consolidación del teletrabajo. Y es que en 2021 casi la totalidad (97,2 %) de los que han teletrabajado utilizaron el ordenador para ello, 20,9 puntos más que en 2020. Por su parte, el smartphone ha crecido en todos los usos durante el año pasado. Escuchar música, radio o podcast (52,2%), ver contenido multimedia (38,9%) y realizar compras (38,1%) son las actividades más habituales. Aunque el uso que más ha crecido es el de realización de operaciones financieras, pasando del 16,9% en 202 al 34,4% en 2021.

Así, el ocio es uno de los principales motivos del uso de internet. Según datos de Telefónica, el 64,7% de los internautas han visto contenido multimedia en 2021. La pandemia ha contribuido notablemente en este aspecto, con casi la totalidad de la población consumiendo al menos un tipo de contenido digital. Concretamente, un 29% de quienes consumen películas y series aseguran hacer un uso superior al que hacían antes de la emergencia sanitaria. 

Digitalización de la vida

Una de las consecuencias del impacto de la pandemia y sus limitaciones se encuentra en la digitalización de acciones, trámites y procedimientos realizados hasta el momento por vías físicas. Y las compras son el mayor ejemplo de ello, puesto que el 55,2% de personas han comprado por internet en los tres meses precedentes, una cifra 1,4 puntos superior a la de 2020. 

La frecuencia de uso del comercio electrónico también creció ligeramente en 2021: de media, los compradores online realizaron 3,8 compras al mes, frente a las 3,5 declaradas en 2020. Concretamente, la acción más común ha sido la compra de un formato físico, seguido de la adquisición de un producto digital para ser descargado o la contratación de una suscripción online. Entre los productos físicos más compras en internet, destacan la ropa, la comida a domicilio y los artículos deportivos. 

Por otro lado, de acuerdo con el análisis de Telefónica, la digitalización de los servicios financieros ha avanzado notablemente, tanto en el incremento de la oferta como en el uso por parte de los internautas. Así, mientras que en 2020 el 22,2% de las personas encuestadas por la compañía afirmaron realizar operaciones financieras online, la cifra se ha elevado durante 2021 hasta el 45,4%. 

La relación con la administración pública también ha experimentado una transformación. A este respecto, el 68,7% de la población entre 16 y 74 años llevó a cabo algún tipo de contacto con la administración a través de internet, un porcentaje que ha crecido 6 puntos desde 2020. Es más, la OCDE sitúa a nuestro país en séptima posición en su índice compuesto de gobierno digital. 

La sanidad digital también se ha desarrollado a lo largo de los dos últimos años, de acuerdo con el informe “Sociedad Digital en España 2022”. El año pasado, el 51,3% de la población del país concertó alguna cita médica mediante una página web o una aplicación móvil, lo que supone once puntos más que el año anterior.  

Persisten las brechas digitales

Pese al nivel de conectividad, digitalización y uso habitual de internet, España todavía cuentan con algunas brechas que evidencian, sobre todo, la necesidad de abordarlas desde la perspectiva de la capacitación y la disponibilidad de dispositivos. Entre algunos datos, el informe destaca que apenas un 70 % de la población mayor de 65 años hace uso de internet; o que en 2021, una quinta parte de las familias españolas no dispusieran de ordenador. 

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Dificultades para aumentar los beneficios de las tecnologías digitales

Desde Telefónica indican que la empresa española encuentra dificultades a la hora de innovar y de crear modelos de negocio o nuevos productos de valor añadido a partir de la adopción de tecnologías digitales. Esto supone una de las causas de baja productividad en el tejido empresarial y requiere un cambio en la visión tradicional que requiere el aumento de la productividad mediante la reducción de costes. 

Por ejemplo, la compañía señala un desaprovechamiento de medios digitales y sociales aplicados al negocio. En este sentido, la mayor parte de las empresas hacen un uso de sitios web solo para ofrecer información corporativa y no realizan usos más avanzados, como pedidos o reservas online. Según la tecnológica, tampoco están muy extendidas herramientas como CRM o ERP, o tecnologías avanzadas, como inteligencia artificial o big data. 

Sin embargo, apunta que una cuarta parte de las empresas de más de 10 empleados utilizan canales de ventas online, un porcentaje que ha crecido seis puntos en los últimos dos años, pero para el 67% de las compañías el porcentaje de las ventas por
correo electrónico sobre el total de ventas no supera el 10%. Además, una tercera parte de este tipo de empresas han adquirido algún servicio de computación en la nube. 

Del teletrabajo al trabajo híbrido

Como es lógico, tras el levantamiento de las restricciones, el porcentaje de profesionales que teletrabajan ha descendido respecto a la primera etapa de la emergencia sanitaria. Sin embargo, las cifras de adopción de esta fórmula laboral se encuentran significativamente por encima de las registradas en 2019, lo que significa que tanto el trabajo a distancia como el modelo híbrido, que combina teletrabajo con presencia en la oficina, se han extendido en las empresas de nuestro país. 

Con todo, la pandemia ha dejado la razón principal de los empleados para elegir estas opciones. Según los datos recogidos por Telefónica, en 2021 el 86,3% de los internautas que han teletrabajado lo hicieron motivados por la pandemia, mientras que en 2020 fueron el 91%.

A medida que ha evolucionado positivamente la pandemia, el formato híbrido ha ganado representatividad: el 69% de los teletrabajadores en casa afirman que
compaginan el teletrabajo con la asistencia presencial a su lugar habitual de
trabajo. La conciliación de la vida laboral y familia, así como la reducción de costes son los principales beneficios asociados a esta fórmula. 

Sin embargo, los nuevos modelos no están exentos de inconvenientes. El 61,6% de los que trabajan en formato híbrido consideran que genera excesiva dependencia de
la tecnología, mientras que el 58,4% entienden que lleva a jornadas laborales
más extensas, y el 27% creen que dificulta la organización del trabajo. En este sentido, desde Telefónica apuntan que es necesario avanzar hacia modelos de teletrabajo que permitan esta desconexión en aras de proteger la salud física y mental de los trabajadores y de permitirles compaginar de una forma adecuada su vida profesional y familiar.

Fomento del talento digital

A medida que ha avanzado y evolucionado la transformación digital del tejido empresarial de nuestro país, también se ha hecho evidente la necesidad creciente de mano de obra digital. A nivel europeo, el año pasado la Comisión Europea estimaba que en la eurozona había a una demanda de 168 000 expertos en ciberseguridad y 341 000 puestos de trabajo vacantes para profesionales de datos.

Una situación que se agrava en el caso de España. El año pasado nuestro país contaba con 727.000 especialistas en TIC, lo que equivalía al 3,8% del total del empleo nacional, frente al 4,8% de media de la Unión Europea. Únicamente el 17% de las empresas españolas cuentan con especialistas en tecnologías digitales en plantilla, frente al 19% de las europeas.

Atendiendo al Mapa del Empleo desarrollado por Fundación Telefónica, los perfiles como desarrollador de software, técnico TIC, administrador de sistemas o digital project manager son algunos de los de mayor demanda acumulada entre 2019 y 2021. Por otra parte, al analizar las profesiones que más están creciendo, destaca por encima de todas la del profesional full stack. 

En apartado de talento digital, el informe elaborado por Telefónica indica la existencia de una brecha de género tanto en la formación como en el mercado de trabajo, que está impidiendo que muchas trabajadoras accedan a puestos tecnológicamente más intensivos y mejor remunerados y, por tanto, a desempeñar ocupaciones en riesgos de automatización. De los 4,2 millones de ocupados STEM en España apenas un 10% trabajan en los sectores más digitales de la economía española, de los cuales solo en torno a la quinta parte son mujeres. Además, según datos de la Comisión Europea, en España solamente hay 12 graduadas en disciplinas STEM por cada 1.000 individuos de entre 20 y 29 años. 

Avance en tecnologías de vanguardia

Tecnologías como la inteligencia artificial, el big data, el blockchain, el internet de las cosas o la robótica están dando forma a la economía del dato y del conocimiento. Aunque nuestro país no ocupa posiciones destacadas dentro de Europa en el desarrollo de estas soluciones, su despliegue y adopción se está viendo apoyada tanto por iniciativas públicas, como la Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial, como privadas, con IndesIA, por ejemplo. 

La inteligencia artificial es una de las principales apuestas del tejido empresarial español. Desde Telefónica apuntan que esta tecnología favorece la transición hacia modelos de producción más ágiles y versátiles, la automatización de actividades, y la aceleración del intercambio responsable de datos para resolver desafíos críticos y espolear la innovación.

No obstante, España no quiere quedarse atrás en blockchain, computación cuántica o metaverso, donde las administraciones públicas y las empresas privadas están impulsando proyectos de carácter educativo, formativo y colaborativo, para fortalecer la apuesta de las compañías en estos terrenos. 

Marcos para una digitalización justa y ética

El avance imparable de las digitalización ha conllevado también la creación de marcos regulatorios que garanticen los derechos de los ciudadanos, los comportamientos empresariales de competencia justa y velen por un desarrollo ético de la tecnología. Así, desde la Comisión Europea se trabaja desde hace tiempo en la Ley de Servicios Digitales y la Ley de Mercados Digitales. 

En esta línea, en enero de 2022 la Comisión publicó la Declaración Europea sobre los Derechos y Principios Digitales, con el fin de que la transformación digital de los Estados miembros se ajuste a los valores y leyes europeas. España fue pionera en este sentido con la adopción en julio de 2021 de la Carta de Derechos Digitales.

 

El nuevo informe ‘Sociedad Digital en España’ refleja un panorama de profunda transformación que no queda libre de retos. Pese a los sólidos niveles de conectividad de nuestro país, el tejido empresarial nacional aún cuenta con margen de mejora en la digitalización de las pequeñas y medianas empresas, en la adopción de tecnologías de vanguardia y en la reducción de la brecha para personas mayores o quienes carecen de formación. Así, nuestro país se enfrenta al reto de acompasar la digitalización como palanca de la recuperación económica a la capacidad de la sociedad por asimilar los avances materiales fruto de la actual revolución tecnológica. 

Más info.: Sociedad Digital en España 2022

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