¿Quién tiene el mando este verano?

  • A la caída en el consumo con el auge de las IPTV’s se suma la irrupción de las plataformas de streaming
  • Aunque la TV generalista seguirá sufriendo erosión en su consumo, habrá que seguir poniendo en valor los atributos de ésta: máxima cobertura en el menor plazo posible, un consumo por encima de las 3 horas diarias por persona/día y a un cpm imbatible
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Los días son más largos, las noches más cortas, el consumo de “calle” se dispara y se asemeja al de cerveza, las terrazas se llenan y la gente va a las piscinas o playas. Y es muy probable que hayas sentido que tu temperatura corporal ha subido, tu piel se enrojece, tu sudoración se altera... No te rayes, estamos en verano. Y con él, se acentúa más si cabe prever cómo será el comportamiento de la audiencia televisiva.

Qué va a hacer el consumidor a la hora de enfrentarse a la televisión es una auténtica incógnita y un quebradero de cabeza para aquellos que desde las grandes cadenas de TV tienen la responsabilidad de diseñar las escaletas de programación y poner freno a ese goteo y descenso en el consumo continuo que se viene arrastrando desde los últimos años.

A la caída en el consumo de años anteriores con el auge de las IPTV’s (2014 migración de contenidos premium) se está sumando, de forma alarmante para la TV lineal, la de estos tres últimos años con la irrupción de las OTT’s (over the top) o plataformas de streaming.

El muro que existía a la hora de pagar por ver contenidos se está desmoronando como un castillo de arena: cada vez más hogares españoles pagan por ver la TV

Éstas permiten a los usuarios de las mismas elegir cuándo, dónde y cómo ver sus contenidos preferidos. En su enorme éxito (además de la carencia de publicidad en la mayoría de ellas) también hay que destacar su apuesta por un producto de calidad (series, programas, documentales, cine), cantidad (amplitud de catálogo), a un precio muy asequible (con la posibilidad de altas compartidas) y dónde abonarse y desabonarse es una tarea sencilla y de sentido común. En un país donde es más fácil dejar el tabaco que a tu compañía telefónica o de la luz, ya es mucho decir.

Y todo lo anterior ha favorecido para que el muro que existía de pagar por ver contenidos se esté desmoronando como un castillo de arena: más de 7 MM de hogares ya pagan por ver la TV. Es lógico pensar que, en esta época del año, estas compañías se froten las manos. Su previsión es que muchos nuevos usuarios se acerquen atraídos por una oferta agresiva en lo económico (primer mes gratis) con producto altamente cualitativo y teniendo el respetable, tiempo libre (con riesgo de aburrirse).

Y si cabía alguna duda de este fenómeno, podemos echar un vistazo a la hemeroteca reciente y veremos que el gobierno (en funciones) siguiendo indicaciones de la UE, va a adecuar la ley para que este tipo de operadores también paguen la “Tasa RTVE”.

La TV lineal seguirá siendo de vital importancia para aquellos contenidos que requieren ser vistos en directo o en primicia (evitando el tan temido spoiler). Estamos hablando de informativos, realities y programas de entretenimiento y deportes (mientras los costes de los derechos lo permitan).

Desde el punto de vista publicitario no podemos ni debemos olvidar que estos nuevos players, en su mayoría, no aceptan publicidad. Y la medición de su audiencia es cuanto menos compleja, inexistente o se limita a lo que ellas quieran dar. La TV generalista seguirá sufriendo la erosión en su consumo, pero habrá que seguir poniendo en valor los atributos de ésta: máxima cobertura en el menor plazo posible, con un consumo por encima de las 3 horas diarias por persona/día y a un cpm imbatible.

Larga vida a la TV.