“Made in Europe”: el sello de transparencia y confianza que busca elevar la marca Europa

  • El think tank 21st Europe propone un sello de calidad para productos y servicios creados en Europa
  • El objetivo último es elevar la marca Europa e impulsar su relevancia e influencia en el mercado actual
Sello europeo

En un mundo tensionado por la lucha entre Estados Unidos por ganar las batallas de la tecnología, los aranceles y la influencia global, Europa se enfrenta al desafío de destacar para continuar siendo relevante y poder jugar un papel de peso en el devenir económico y social del mundo. Y puede que la clave para ello resida en su apuesta por la regulación. 

Esa es la base de la etiqueta propuesta por 21st Europe, un think tank creativo con sede en Copenhague que colabora con legisladores y líderes de opinión para explorar el futuro de Europa. Su nuevo proyecto se denomina “Made in Europe” y plantea una suerte de sello de calidad y confianza no sólo para identificar el origen de la producción europea, sino también para elevar la marca Europa. 

“Made in Europe” pone en valor la estructura regulatoria como sello de confianza

El concepto se basa en lo que el grupo de expertos considera que es uno de los sellos de identidad del espacio comunitario: la transparencia y la confianza que otorga la estructura regulatoria de la Unión Europea. En este sentido, “Made in Europe” está ideado para señalar la calidad, la seguridad y el cumplimiento de las normas europeas. 

'Made in Europe' consiste en convertir esos estándares en estrategia, utilizando la regulación, la confianza y la transparencia como fortalezas económicas”, explican desde 21st Eurpe. “En un mundo donde la línea entre lo físico y lo digital se difumina cada vez más, ofrece a Europa una forma de competir no en volumen, sino en credibilidad”.

Tal y como explican, cada etiqueta se vincularía a un Pasaporte Digital del Producto -un registro digital que será exigido a todos los productos vendidos en la Unión Europea en 2030- que contendría datos verificables sobre el origen, la sostenibilidad y el rendimiento. Con ello se integraría la trazabilidad en cada producto, y por tanto, la etiqueta transforma el cumplimiento normativo en un sistema vivo de confianza. 

'Made in Europe" sería imilar a la etiqueta CE, que comunica que un producto cumple con las protecciones de salud, seguridad y medio ambiente de la Unión Europea. No obstante, implica mucho más que el lugar de producción puesto que para obtener la etiqueta, un producto o servicio debería crear la mayor parte de su valor en Europa. 
En este sentido, la etiqueta comunicaría cuatro atributos principales: 

  • Durabilidad y circularidad: tal y como señalan desde 21st Europe, el diseño europeo da lugar a productos creados para generaciones, no para temporadas
  • Transparencia: la etiqueta incluye un historial visible y verificable, desde su origen hasta su impacto, para que los ciudadanos puedan comprar con confianza
  • Seguridad: la etiqueta supone un sello de que el producto está alineado con los estándares de privacidad, seguridad, fiabilidad y protección
  • Justicia: "Made in Europe" significa valor creado, valor compartido, responsabilidad y compromiso con las personas, las comunidades y el planeta

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Tal y como apuntan desde 21st Europe la intención sería que las empresas incorporen la etiqueta en sus productos para ayudar a los consumidores a tomar decisiones informadas. El grupo de expertos ha trabajado junto al estudio Dada Project para crear una identidad visual propia que convierta la etiqueta en una suerte de certificación que traslade de un vistazo la confianza y la credibilidad a la que hace referencia. 

La imagen creada se compone de doce estrellas dispuestas en forma de "e" minúscula. Así, ha recurrido al símbolo europeo por excelencia, presente en la bandera de la Unión Europea creando una clara asociación con la institución. La intención ha sido que transmita influencia y, al mismo tiempo, sea reconocible al instante independientemente del producto al que acompañe. 

Además, el sistema de diseño que sustenta también se ha trabajado buscando expresar unidad y diversidad, una identidad europea compartida que aún honra el patrimonio distintivo de sus estados miembros. “Un producto puede exhibir con orgullo su origen nacional a la vez que lleva el sello colectivo de excelencia europea, lo que indica que cumple con los mismos estándares de confianza en todo el mundo”, dicen desde 21st Europe.

 

 

 

 

La ideación de “Made in Europe” se ha basado en estudios realizados por la Comisión Europea, Deloitte, KPMG y el Banco Mundial, entre otros, y ha contado con expertos en producción, regulación e innovación, lo que, según apuntan desde el think tank, garantiza que sea un marco viable, no solo una visión. 

En este sentido, los responsables del proyecto señalan que de llegar a implementarse se compartiría una guía de diseño para su uso por parte de las entidades interesadas. También apuntan que podría financiarse a través de programas como Horizon Europe o InvestEU, y también a través de iniciativas público-privadas. 

“Made in Europe” se suma a otras propuestas realizadas por 21st Europe. Entre estas ya se encuentran “Starline", una red de tren de alta velocidad para conectar las capitales europeas; o “Continent of Play”, un proyecto para construir parques y áreas recreativas inspiradas en diferentes ciudades del continente. 

Más info.: Made in Europe

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