El poder de los cascos de Daft Punk: anonimato, marketing y tecnología

  • Guy-Manuel y Thomas empezaron a usarlos después de ocultar su rostro con bolsas o máscaras de Halloween
  • Son piezas únicas de las que no hay réplicas oficiales y que construyeron la identidad y el éxito del dúo francés
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Iconos, una coraza para el anonimato, una traslación a otro universo, un recurso narrativo, una joya de colección inaccesible... Los cascos de Daft Punk, que han puesto fin a su carrera tras 28 años, tienen múltiples significados que van más allá de la estética. Ayudaron a conformar su personalidad, crearon una simbiosis con su música y reforzaron su éxito e identidad.

Dos símbolos materiales con funciones parecidas, pero a la vez diferentes en cuanto a estética y sensaciones visuales. Por un lado el dorado, para Guy-Manuel de Homem-Christo, y por otro, el plateado para Thomas Bangalter, quienes empezaron a cubrir sus cabezas en 1997 con el lanzamiento de su primer álbum "Homework", aunque con métodos diferentes en sus inicios.

Los cascos fueron la culminación de una estrategia de ocultación que el dúo comenzó con bolsas negras durante sus apariciones promocionales o entrevistas. No querían mostrar su rostro a la audiencia ni a los periodistas, con los que mantuvieron una relación distante durante toda su carrera, en la que apenas concedieron entrevistas.

Pero además el grupo quiso convertir su apuesta por el anonimato en algo que construyera su propia identidad como artistas. Así, el segundo paso fue usar caretas de Halloween, principalmente de demonios. Pero no eran el recurso exacto que buscaban, ellos querían algo diferente: una coraza que se identificase con la música que hacían. De ahí que en los 2000 introdujeron el concepto robot para no abandonarlo nunca, un tipo de caracterización futurista y distópica que sí enlazaba con el tipo de música electrónica que hacían.

Y hay otro hecho en la carrera de Daft Punk que ellos utilizaron para justificar la adopción de la cultura robótica. Se trata de un accidente que ocurrió el 9 del 9 de 1999, cuando Daft Punk sufrió el "error 9999", un fallo de código similar al Efecto 2000 que echó a perder las creaciones del grupo francés.

El grupo sufrió un accidente con su sampler que les obligó a pasar por el quirófano

"Estábamos haciendo una pista cuando nuestro sampler explotó", dijo Thomas Bangalter en un testimonio recogido por Vice. El accidente con el hardware consumó la transformación: "Nos lastimamos un poco, así que tuvimos que hacernos una pequeña cirugía y así nos convertimos en robots", añadió. Daft Punk se sometieron a una operación reconstructiva por culpa de la explosión que requirió además de anestesia.

Según Bangalter, cuando recuperaron el sentido, se dieron cuenta de que se "habían transformado en robots". El incidente fue la excusa perfecta para reforzar el cambio de identidad. La explosión también provocó que todo el trabajo musical que habían hecho hasta entonces quedara hecho trizas. Nacieron así los nuevos Daft Punk, robots con cascos metálicos.

Primeros cascos con pelo

Los primeros prototipos tenían pelo que salía por encima de los visores: liso y largo para Guy-Manuel, y rizado para Thomas. Pero de camino a una entrevista con la revista Rolling Stone decidieron que los robots se veían mejor calvos. “Es más elegante así”, respondieron durante la misma.

El usuario Daft Punk Fandom ha recopilado paso a paso en un hilo de Twitter cómo se hicieron los primeros cascos, con imágenes entre las que se encuentran bocetos que evidencian esta característica capilar.

Pero el primer gran impacto de Daft Punk con los cascos fue en una sesión fotográfica para The Face, en la que los robots fueron retratados por Luis Sanchis de modo humanizado, bebiendo cócteles, visitando una tienda de guitarras o tocando el piano. Acababan de conquistar su primer número 1 con "One More Time" y preparaban el lanzamiento de "Discovery", su segundo álbum.

"Si tenemos que crear una imagen propia, que sea artificial"

Al respecto de esta potente identidad, muchos empezaron a preguntarse por los motivos de su uso. La primera idea lleva a pensar en la timidez y el anonimato, algo que los propios Daft Punk han corroborado en varias ocasiones. “Me gusta que con ellos puestos no hay gente que se acerque constantemente y me recuerde lo que hago”, declaró Bangalter en varias ocasiones. Pero su uso va mucho más allá de ser un parapeto a la timidez, porque para este mismo fin valdría cualquier otra máscara. El dúo consiguió sacar de una fobia social un imán de audiencias sin que ello supusiera mayor exposición. Una forma de integrarse en el star system sin adherirse a él del todo, ya que no estaban cómodos con el reconocimiento que traía la fama.

"La gente se piensa que los cascos son solo marketing, pero son sci-fi glam"

Pero la apuesta por los cascos fue, desde el principio, algo más que un recurso de usar y tirar tras un concierto. Quisieron dotarlos de una dimensión extra con elementos como visores que proyectaban textoscon luces led. Y los utilizaron igualmente para reflejar parte de sus influencias, como las del grupo Kraftwerk, el álbum "Ziggy Stardust" de David Bowie o Kiss.
“La gente se piensa que los cascos son solo marketing o algo así, pero para nosotros son sci-fi glam”, dijeron al ser preguntados sobre ellos en la citada entrevista con Rolling Stone, una de las pocas concedidas por el dúo y en la que plantearon un significado más de sus cascos: su carácter narrativo. Y es que las cabezas plateada y dorada han sido sujetos protagonistas de sus melodías y videoclips, en los que dos robots vestidos de traje son los intérpretes de relatos futuristas. Cuentos creados para un género como la música electrónica en la que no hay letras con historias cerradas.

Pero los cascos no solo consiguieron poner en órbita a Daft Punk, sino a todos a sus seguidores que, tanto en casa, como en el coche o en la pista mojada de una discoteca se desprendían de la realidad para llegar al universo creado por el grupo. “Nos queremos enfocar en la música. Si tenemos que crear una imagen de nosotros mismos, queremos que sea artificial. Una combinación que esconda nuestro físico y que muestre nuestra visión del star system”, defendieron tras la adopción de estos símbolos.

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Bajo esta voluntad de armar un relato, Daft Punk eligió también la apariencia robótica porque querían crear personajes a partir de otros que existían en la vida real, es decir, ellos mismos. La mayoría de la sociedad ha autorizado y valorado esa dualidad hasta el punto de que sus familiares ven a Guy-Manuel y a Thomas como el hijo o el hermano que, desposeído del casco, es simplemente un ser humano más. “Estamos muy interesados en esa línea que existe entre la ficción y la realidad”, defendieron, conscientes también de que “los robots son excitantes para la gente”.

“La gente” como sinónimo de su público, con el que siempre han mantenido una distancia, pero al que le han ofrecido un producto musical con altos estándares porque, según Daft Punk, estaban hartos “de los trabajos musicales de mierda”. De ahí que sus cascos, donde se asienta la mayor carga icónica del dúo, sean auténticas obras de ingeniería.

En la larga recopilación de Daft Punk Fandom en Twitter se aprecia la fabricación exterior de los cascos, desde los moldes, pero también hay fotos del armazón de cables que llevan y que envuelven la cabeza como una especie de cerebro secundario. En la práctica lo es, ya que este sistema electrónico modifica la voz, proyecta mensajes en las viseras, enciende leds a discreción e incluso modifica la música.

¿Quién hizo

Las primeras versiones fueron desarrolladas por Alterian Inc., una empresa californiana especializada en efectos especiales cinematográficos. El gran ejecutor del cambio de identidad fue Tony Gardner, fundador de la compañía y quien ha ayudado, por ejemplo, al actor Sacha Baron Cohen en algunas de sus transformaciones.

Daft Punk necesitaron ropa grande para ocultar las mochilas de los primeros prototipos

"Daft Punk buscaban crear personajes que fueran de largo plazo. Querían dejar atrás los disfaces o las máscaras que solo cubrían su identidad sin pensar la imagen", dijo Gardner en una entrevista con Creative Boom.
Para los primeros prototipos, usados en la citada sesión fotográfica con The Face, necesitaron llevar mochilas que alimentaban las pantallas led, por lo que la ropa de Daft Punk era de tallas más grandes con la que podían ocultar también el aparataje. 

Pero Guy-Manuel y Thomas querían algo más que salir bien en las fotos. Pidieron un sistema de intercomunicaciones, basado en las proyecciones de led en sus casos, para dirigirse al público de sus conciertos. Alterian Inc. tuvo que pedir ayuda a otros expertos para resolver esta petición. En concreto, a los que están detrás de los zepelines que vuelan en los partidos de bésibol en Estados Unidos y que proyectan mensajes de enamorados, entre otros.

Así, desde Alterian Inc. contaron a Creative Boom cómo programaron una gran variedad de respuestas visuales en los cascos que Daft Punk usaron a través del teclado de sus brazos, el otro gran elemento de los trajes robóticos. No necesariamente fueron textos, de hecho Guy-Manuel solo usaba pictogramas como un corazón o lluvia. 

Los primeros prototipos dibujados por Alex Courtes y Martin Fougerol, empleados de Alterian Inc. estuvieron inspirados en las películas de culto "The Man Who Fell to Earth" y "Phantom of the Paradise". Los diseños originales tenían una visera roja en el caso de Thomas y una dorada al estilo de un casco de la NASA para Guy-Manuel, pero esta última fue desechada porque no se podía usar en las sesiones fotográficas.

"Nos dimos cuenta rápidamente de que en esa visera se reflejaba todo y no era completamente opaca. Cuando le sacas una foto a Guy-Manuel no ves nada en su superficie, gracias a las múltiples capas que le puisimos que le permiten ver el exterior sin ser visto", explicó Gardner, quien contó que el tinte de esa capa fue realizado por una empresa que trabaja para la NASA.

Adaptaciones y modificaciones hasta llegar a los últimos cascos de Daft Punk, que fueron fabricados por Ironhead Studios, empresa que ha trabajado en el diseño de los trajes de acción de personajes de Marvel como Spiderman, Black Panther o Thanos. Un fabricante distinto pero que ha querido mantener el espíritu de los originales de Alterian Inc.
Así, las principales modificaciones que han sufrido los cascos a lo largo de los años han sido la simplificación de los detalles de las orejas o la adopción de superficies más limpias.

Daft Punk también ha hecho versiones especiales, como las que usaron en la película "Tron:Legacy" de 2010 a la que pusieron BSO. O los cascos que usaron en la entrega de los Grammy de 2014, en los que se llevaron cuatro premios, incluidos el de Álbum del Año con "Random Access Memories" y el de Grabación del año con "Get Lucky". El dúo francés aclaró por entonces toda su iconografía y asistió de blanco a la ceremonia.

Hubo especulaciones sobre si realmente detrás de aquellos trajes se escondían Guy-Manuel de Homem-Christo y Thomas Bangalter. Los protagonistas alimentaron el misterio al ceder en la recogida de los premios el discurso a Nile Rodgers y Pharrell Williams, colaboradores en "Get Lucky". Y es que en 2006, Daft Punk ya utlizó dobles en su película "Electroma", de la que precisamente escogieron un fragmento para anunciar su disolución, en el que explota el avatar de Guy-Manuel de Homem-Christo, casco incluido.

La avanzada réplica española y las imitaciones de eBay

Todo este proceso creativo y productivo ha convertido a los cascos utilizados por Guy-Manuel de Homem-Christo y Thomas Bangalter en elementos únicos de los que nunca ha habido réplicas oficiales. Una exclusividad entendida dentro de la propia lógica de estos símbolos que algunos han desafiado creando copias a las que Daft Punk ha respondido con un simple “no dan la talla", afirmación con doble sentido sobre las dimensiones y la calidad que las desposee de cualquier licencia, pero detrás de la que hay asimismo una declaración de secretismo y protección de los diseños.

Una de las réplicas más conseguidas es española. En 2016, los vascos LoveProps diseñaron el GM01, al que consideraron como un tributo al casco dorado de Guy-Manuel. Un modelo esculpido a mano, con electrónica propia, WiFi, MIDI, interacción con el sonido y movimiento, 210 leds RGB y hasta un instrumento de luz diseñado para componer y generar música.

“El diseño, construcción y programación del GM01 llevó más de un año de trabajo diario y constante, terminarlo con el nivel de calidad deseado ha sido una completa odisea”, describen sus creadores en la web, en la que ya se advierte que es un one-off que no está a la venta.

Nada que ver con las imitaciones que se comercializan en Etsy, eBay o Amazon, con precios que en algunos casos se van por encima de los 700 euros y que son anunciadas con descripciones como: “Serás la sensación de los eventos sociales”. Una cosificación alejada del significado que hay detrás de los originales de Daft Punk.

Los hay también que han elaborado tutoriales de muy diferentes niveles. Algunos recogen métodos caseros con cascos de motos, cartulinas, mucho pegamento, vinilo y cinturones de LED, y otros son auténticos proyectos de ingeniería con títulos del estilo: "Cómo hacer un casco de Daft Punk en 17 meses".

Ejemplos del fetichismo que han generado las unidades plateada y dorada que han permitido vivir a Daft Punk en el anonimato de su propio éxito. Y es que hay fotos de Guy-Manuel y Thomas antes de la robotización, pero sin más valor que el documental.

En 2013 The Knocks y en 2014 TMZ publicaron imágenes al descubierto de Daft Punk

El hermetismo solo cobró sentido tras la adopción de los cascos. Desde entonces se ha podido ver en contadas ocasiones a Daft Punk a cara descubierta y siempre sin su consentimiento.
En 2013, por ejemplo, el grupo The Knocks publicó una foto de una fiesta en la sede de Sony en Columbia en la que aparecían sin su "protección". Y volvieron a salir con su apariencia humana en unas imágenes de TMZ tras la comentada gala de los Grammy de 2014. Brechas en el anonimato valorado por la mayoría de medios a las que Daft Punk no respondió, aunque podría haberlo hecho con otra declaración de archivo: “No somos artistas y tampoco modelos, no sería agradable para la humanidad que vieran nuestras caras”.

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