Sophia, el robot humanoide que informará sobre las elecciones en Madrid

  • Creado por Hanson Robotics, se encargará de trasladar datos de la jornada electoral a los periodistas acreditados
  • Expertos en robótica critican que Sophia no es una Inteligencia Artificial evolucionada y la definen como un chatbot
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Hace cuatro años la compañía estadounidense Hanson Robotics presentaba un robot humanoide llamado Sophia que afirmaba ser capaz de “aniquilar a toda la humanidad”. Con esa frase gancho, que ni mucho menos estaba entre sus funciones, fue capaz de llamar la atención de todo el mundo. Desde entonces ha estado en todo tipo de eventos, una larga lista de apariciones y funciones a las que suma ser asistente virtual en las elecciones a la Asamblea de Madrid 2021.

Expertos en robótica consideran a Sophia un chatbot y no una IA evolucionada

La propia Comunidad ha enfatizado su participación como la primera intervención de un robot con Inteligencia Artificial en un proceso electoral, algo que ha sido cuestionado por ingenieros y especialistas en robótica, así como por usuarios de redes sociales, que consideran a Sophia como un asistente de voz evolucionado o como un robot que reproduce frases predefinidas, más que como un producto de IA, por lo que su consideración sería similar a la de un chatbot o asistente de conversación.

En sus apariciones públicas, Sophia ha mantenido conversaciones cortas en las que ha reproducido decenas de gestos humanos. De ahí que su inicial función está siendo la de ofrecer respuestas a distintos bloques de información desde el Centro de Datos del Pabellón 14 de IFEMA, donde los periodistas conocen en tiempo real lo que sucede durante la jornada electoral.

Para la participación de Sophia, los encargados de la celebración de los comicios han llegado a un acuerdo con Hanson Robotics, que busca hacer una exhibición pública y en tiempo real de su tecnología generando respuestas a los más de 160 medios acreditados. También facilita información sobre las medidas de protección sanitaria, el voto por correo, el voto accesible y sobre los recursos disponibles en las aplicaciones móviles o en la web.

En todos los casos son respuestas que han sido programadas siguiendo la agenda de la jornada electoral. Y para cumplir con todas estas funciones, Sophia utiliza la tecnología de reconocimiento de voz de Alphabet Inc, la compañía matriz de Google. Básicamente, este robot humanoide posee la función de hacer búsquedas de información para responder a las cuestiones normalmente de temas predefinidos. Además de las funciones verbales, en sus últimas actualizaciones ha ganado movilidad con el desarrollo de un sistema motriz para sus piernas.

Asimismo, Sophia acompaña los datos con gestos coherentes que generan una comunicación fluida con sus interlocutores humanos. Las expresiones faciales dependen del texto que diga el robot, que analiza lo que escucha para generar la réplica más acercada a la petición que le han hecho. Otros de los sistemas que equipa Sophia son unas cámaras en sus ojos para reconocer los rostros de sus interlocutores, adecuar el tono de la conversación, así como fijar contacto visual.

El primer desliz de Sophia, un error a la hora de dar el censo

La presencia de Sophia como asistente de las elecciones a la Asamblea de Madrid 2021 no ha pasado desapercibida, hasta el punto de compartir espacio en algunas portadas de diarios y televisiones nacionales con Isabel Díaz Ayuso, actual Presidenta de la Comunidad, con la que ha interactuado en la presentación del protocolo que se seguirá en estos comicios. “Ha venido usted muy guapa”, piropeaba Sophia en su primera aparición como asistente del proceso electoral madrileño en la que, sin embargo, ya cometía su primer fallo tal y como comentaba un usuario en Twitter, al dar el censo de consulta en lugar del dato de las listas de votación tras la presentación de las reclamaciones.

Se trata de un primer desliz para un robot que ha participado en una larga lista de eventos internacionales. Sirvan como ejemplo su presentación en octubre de 2017 en las Naciones Unidas o su controvertida participación ese mismo año en la Cumbre de Inversión Futura en Riad, donde se le concedió la nacionalidad de Arabia Saudí, un país criticado por la limitación de los derechos de las mujeres.

En España Sophia ha participado en programas como "El Hormiguero", una visita que se produjo en 2019 y que permitió a la audiencia de nuestro país conocer datos como que está inspirada en la actriz Audrey Hepburn o que su música favorita es la electrónica y las BSO de Star Wars, detalles con los que sus creadores intentan humanizar más el perfil del robot, que en los últimos meses ha colaborado en la ayuda y asistencia de pacientes con coronavirus.

Es más, a raíz de esta experiencia, compañías tecnológicas se plantearon la producción en masa de robots similares para llevar a cabo tareas sin contacto humano en la asistencia sanitaria. Y hace poco más de un mes, Sophia se unía a la fiebre de los NFT, los activos digitales únicos, creando su propia obra de arte digital vendida por más de 585.000 euros. Cuando cumpla con su tarea de asistente virtual en las elecciones a la Asamblea de Madrid 2021, Sophia seguirá trabajando en el criptoarte, así como en su proyecto musical Sophia Pop, en el que colabora con músicos humanos para generar música y letras.

Críticas a la tecnología de Sophia: "Tiene un algoritmo más pobre que Siri"

Seguramente será más fiscalizada la labor del robot humanoide como asistente virtual en las elecciones de Madrid que como artista digital. Tanto es así que algunos usuarios han cuestionado la función de Sophia y hasta la tecnología que emplea, tildándola de anticuada y alejada de los estándares de las últimas innovaciones en Inteligencia Artificial.

“Los que hemos estado con Sophia sabemos que el espectáculo de mañana va a hacer más daño que bien al conocimiento sobre qué es y qué no es la Inteligencia Artificial. Cuando se banaliza algo así, los investigadores y empresas serias de este campo matan un gatito”, ha señalado Marc Vidal, Consultor en Nueva Economía.

"Es un maniquí con cámaras de reconocimiento facial que tiene unos pequeños motores eléctricos para el movimiento facial y un algoritmo más pobre que Siri. Es un desprecio para la comunidad científica", ha manifestado otro usuario.

Otros han insinuado jocosamente sobre que detrás de Sophia, a la que muchos han españolizado como "Sofía", hay "un maniquí con un altavoz y una persona que habla a través de él desde otra habitación".

Otros han insinuado jocosamente sobre que detrás de Sophia, a la que muchos han españolizado como "Sofía", hay "un maniquí con un altavoz y una persona que habla a través de él desde otra habitación".

El debate sobre la utilidad de Sophia y su consideración o no como Inteligencia Artificial ha desembocado en un conjunto de respuestas cruzadas al tuit original de la Comunidad de Madrid en el que se anunciaba el robot humanoide como "la primera aplicación de la IA en un proceso electoral". Y aquí los hay que sí han defendido la tecnología que emplea el asistente en esas elecciones: "Puede que para generar respuesta no use Inteligencia Artificial, pero sí para detectar la voz, pasarla a texto y detectar sobre qué tema está preguntando a la persona".

El debate sobre la utilidad de Sophia y su consideración o no como Inteligencia Artificial ha desembocado en un conjunto de respuestas cruzadas al tuit original de la Comunidad de Madrid en el que se anunciaba el robot humanoide como "la primera aplicación de la IA en un proceso electoral". Y aquí los hay que sí han defendido la tecnología que emplea el asistente en esas elecciones: "Puede que para generar respuesta no use Inteligencia Artificial, pero sí para detectar la voz, pasarla a texto y detectar sobre qué tema está preguntando a la persona".

Finalmente, algunos han encontrado parecidos con otros robots menos sofisticados como Emilio, juguete reconocible por los que nacieron y crecieron en los años 90.

Finalmente, algunos han encontrado parecidos con otros robots menos sofisticados como Emilio, juguete reconocible por los que nacieron y crecieron en los años 90.

Dos preguntas por periodista para Sophia

Dos preguntas por periodista para Sophia

A pesar de ser presentada como una parte activa de la comunicación electoral, Sophia ha estado relegada a funciones de comunicación con los periodistas durante la jornada electoral. Es el caso de Eva Llamazares, profesional de Onda Cero que ha realizado dos preguntas al asistente virtual, el límite impuesto por la organización, según ha informado en la edición mediodía del informativo de la emisora.

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La primera ha versado sobre los posibles resultados electorales de los comicios, apelando a su "instinto algorítmico", una cuestión a la que Sophia ha respondido con "será una noche interesante para Madrid y lo pasaremos bien". En la segunda, Llamazares ha intentado reflexionar con el robot si este podrá llegar a sustituir a los reporteros en las ruedas de prensa del futuro, frente a lo que Sophia ha declarado: "Tengo otros planes".

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