Con motivo del Día Nacional contra el Acoso Escolar en Francia, Burger King ha lanzado una campaña que busca desarmar la forma en que solemos mirar los juguetes promocionales. En lugar de los habituales muñecos o figuras coleccionables, la marca ha sustituido los regalos del menú infantil King Junior por objetos inquietantes: un spray lacrimógeno, un taser y un puño americano. La escena, protagonizada por una niña que abre con entusiasmo la bolsa para encontrar elementos de violencia simbólica, es tan chocante como elocuente. Y es que para muchos menores, la agresión no es un juego, sino una realidad diaria.
La acción, firmada por la agencia Buzzman, no se queda en el plano simbólico. Burger King donará el 100% de los beneficios generados por estos menús King Junior, disponibles únicamente durante un día, a la asociación Les Papillons, que combate la violencia infantil y el acoso escolar. Mediante esta contribución, se instalarán nuevas boîtes Papillons -buzones confidenciales en escuelas y clubes deportivos- donde niños y niñas pueden denunciar situaciones de violencia o expresar su malestar de forma segura y anónima.
No es la primera vez que Burger King colabora con Les Papillons, reforzando así su compromiso con la infancia más allá de los códigos comerciales tradicionales.
La iniciativa, además, va en línea con otras campañas previas de la marca para concienciar sobre el bullying. En Estados Unidos, por ejemplo, una acción de cámara oculta se empleó para ilustrar el acoso infantil, demostrando que la publicidad también puede ser un canal de conciencia.


