Rafa Antón, Director Creativo Global de LLYC y Socio Fundador de China parte de LLYC, ha recibido el reconocimiento a la Trayectoria Profesional que otorga el Club de Jurados de los Premios Eficacia, integrado por 290 profesionales que han sido jurado en alguna de las ediciones de estos galardones.
Rafa Antón, que ya fue finalista el año pasado, ha sido valorado como una figura imprescindible en la publicidad española contemporánea. Destacan su espíritu emprendedor, su capacidad sostenida de adaptación a los cambios de la industria y su trabajo al crear plataformas de comunicación inolvidables con resultados tangibles en el negocio.
La trayectoria de Rafa Antón se ha forjado en la agencia Leo Burnett, de la que llegó a ser máximo responsable creativo, y en China -ahora parte de LLYC-, que fundó en el año 2010. Ha trabajado para clientes como Coca Cola, Levi’s o Adolfo Domínguez, marca a la que ha ayudado a recuperar su relevancia en el mercado con campañas emblemáticas centradas en lo atemporal, la durabilidad y valor del largo plazo.
Ha reivindicado la importancia de las oportunidades y el valor de la creatividad y la belleza
Recogió el premio emocionado y reflexionó sobre su trayectoria y las personas que, a lo largo de los años, la han impulsado de diferentes maneras, en un discurso que conmovió a los presentes. Lo hizo reivindicando la importancia de las oportunidades, de la confianza de sus maestros, compañeros, socios y clientes. Y lo hizo recordando el valor de la creatividad, de la sensibilidad, de la belleza o de la perseverancia.
Ha tenido la generosidad de compartirlo con Reason.Why y te lo ofrecemos completo a continuación:
"Me gustaría daros las gracias por regalarme el tremendo honor de este premio a la trayectoria, y de recibirlo al lado de dos de los profesionales que mejor encarnan la estrategia y el atrevimiento, pilares en la carrera de cualquier publicitario.
Pocos han dado tanta visibilidad dentro de las marcas a la importancia de comprender su esencia como tú, Álex. (Se refiere a Álex Pallete, Fundador de Picnic)
Y ya son muchos los años que llevas, Ana, (Ana Robledo, Directora de Marketing de Pikolin) derrochando valentía a la hora de contar esas verdades al mundo. Felicidades a los dos, y a los otros tres finalistas, por todo lo que habéis conseguido y por lo que estoy seguro os queda por conseguir.
Gracias también por la oportunidad de parar, mirar por el retrovisor y tratar de entender lo que significa un reconocimiento como este.
Por eso, pensando en alguien que esté arrancando su camino y que busque algún aprendizaje en todo esto, me he atrevido a hacer una lista con algunas de las cosas necesarias para tener una trayectoria exactamente como la mía.
Para empezar, hace falta alguien que, entre otras cuestiones menores como parirte, tenga la intuición de que la publicidad es un lugar lo bastante raro como para que un hijo que también piensa raro pueda encajar allí y ser feliz. Acostumbrado a sobreanalizarlo todo, no hay día en que no me alegre de haber seguido su consejo sin pensarlo.
Hace falta alguien que no se eche a reír al verte entrar en su despacho de Torre Picasso con 20 años y un simple dibujo a carboncillo en la carpeta, y que te haga un hueco en cuentas mientras les convences de que te dejen plantar tus manos en un anuncio.
Hacen falta maestros que te enseñen el oficio: casi todo lo que sé lo aprendí en aquella planta 28. Es entonces cuando hace falta tener de jefe a un marinero contador de cuentos lo bastante loco como para darte los mandos del departamento creativo cuando aún estás a medio cocer, pero lo bastante cuerdo como para saber que una agencia en la que uno no se ríe, se quiere y se divierte todos los días, no es una agencia de publicidad, es otra cosa.
Quizá te haga falta un buen secretario, secretaria. La que yo tuve era otra cosa. Era la perspectiva, la sensatez y el amor de una segunda madre y se llamaba Rosa. Tener a alguien así en tus comienzos evita que te vuelvas un imbécil demasiado pronto cuando las cosas empiezan a salir bien.
Te harán falta competidores a los que pronto llamarás amigos, o familia. Hacen falta porque son más brillantes que tú, más irreverentes que tú, más innovadores, espontáneos y audaces que tú. Te harán mejor desde el primer día y, con el tiempo, te enseñarán que no pasa nada por no ser el mejor si a cambio abrazas tu propia forma de ser diferente en esta profesión.
Y hace falta, mucha falta, un puñado de clientes valientes que quieran vender de verdad cerveza, hamburguesas, cuentas corrientes o faldas. Todo lo bueno que hacemos es culpa suya. No hay más secreto.
Y un día termina una etapa. Y ese día te hacen falta dos socios que te quiten el vértigo de montar tu propia agencia. Hace falta un primer cliente que crea en ti a ciegas y te confíe su marca el mismo día en que la estás abriendo.
Y, para empezar a funcionar, te puede hacer falta un creativo jovencito con alma de viejo que lo deje todo para seguirte. Verle crecer y volar por su cuenta ha sido otro de los regalos de este viaje.
Y si eres tú quien quiere seguir creciendo, te hacen falta nuevos socios. Socios de un planeta distinto al tuyo y que, en este mundo complejo, cambiante, más árido, te quieran cerca porque las ideas y las emociones no pueden quedar del todo fuera de ese futuro.
Hacen falta muchas cosas. Compañeros de pupitre que ahora son de despacho. Una jefa que te anime a equivocarte. Colegas que te den lealtad y consejo cuando las cosas se tuerzan – y se torcerán. Un equipo que sepa ganar y, sobre todo, perder por los motivos correctos. Colaboradores capaces de hacer milagros con cada vez menos, algo que debemos cambiar desde ya.
Pero, sobre todo, hace falta la mejor mujer del mundo a tu lado durante todos estos años, apoyándote y aceptando que esa pareja es, en realidad, un trío al que demasiados días invitas a la publicidad.
Es una lista incompleta de personas sin las que mi trayectoria no sería la que es, y por eso recojo este premio en nombre de todas ellas.
Una trayectoria en la que yo soy el protagonista, pero en la que lo importante son los secundarios. Y todos somos los secundarios de la trayectoria de alguien: intentemos ser los mejores.
Quiero hablar también de eficacia y, para dar ejemplo, seré más breve.
Me hace muy feliz este reconocimiento, aunque me sorprende que me llegue precisamente aquí, en la casa de la eficacia, cuando llevo media vida intentando trabajar en favor de lo inútil, de lo que no sirve, de todo eso que parece que no se traduce inmediatamente en rentabilidad. Pero no es así.
En tiempos de ultra eficiencia, saturación y lectura en diagonal, es lo aparentemente inútil lo que nos da verdadero sentido como individuos y como sociedad. Y las marcas sois parte de esa sociedad.
Tenemos una responsabilidad individual tan grande como el altavoz que manejamos a diario; un altavoz que muchas veces embrutece, pero que también sirve para la sutileza, la ironía o la poesía.
Respetar la inteligencia, la sensibilidad y el tiempo de la gente; resistirnos al mínimo común denominador que siempre conduce a la mediocridad y al paisaje también es tarea nuestra.
El tópico dice que no salvamos vidas y lo comparto. No puedo tener más claro que nos dedicamos a una sola cosa: vender. Pero también creo que, al igual que los médicos, tenemos nuestro propio juramento hipocrático, uno mucho más humilde que nos obliga a intentar aportar cierta belleza al mundo con nuestras campañas. O, al menos, a no dejarlo más feo de lo que lo encontramos.
Y acabo.
Este es un premio que abruma, pero reconozco que tiene que ver con algo que sí sé que tengo: perseverancia.
O, para que se me entienda mejor, ser un pesado de cojones como bien sabéis los que alguna vez habéis trabajado conmigo.
Insistir, la insistencia, es el único camino para construir la trayectoria de una marca mientras se construye la tuya propia. Es incómoda, sí, pero casi todas las alegrías que me ha dado la publicidad tienen que ver con ella. Por eso quiero despedirme robando descaradamente las palabras que el protagonista moribundo de ‘All That Jazz’ soltaba a su mujer camino del quirófano.
“Si mi trayectoria acaba aquí, perdón por la mala vida que os he dado. Y si sigue adelante, perdón por la mala vida que os voy a dar”.
Muchísimas gracias.
Me habéis hecho muy feliz".
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El Club de Jurados de los Premios Eficacia ha reconocido a Cupra en el apartado de Trayectoria Publicitaria de una marca. Por su parte Adriana Domínguez, Presidenta Ejecutiva de Adolfo Domínguez, ha sido elegida como mejor CEO impulsora del Marketing. Y Sergio García, Director de Estrategia en PS21, se ha llevado el Premio Eficacia Sub 41.
Rafa Antón compartía nominación junto a Ana Robledo, Directora de Marketing y Comunicación en Pikolin, y Álex Pallete, Fundador y Director de Estrategia en Picnic.