Tesla prepara un robot para librar al ser humano del trabajo físico

  • El prototipo, capaz de hacer tareas repetitivas, ha sido presentado por Elon Musk y se espera que llegue en 2022
  • Boston Dynamics ha desvelado las nuevas funciones de su robot Atlas con un vídeo en el que practica parkour

Tesla acaba de celebrar su AI Day (Día de la Inteligencia Artificial), un evento al más puro estilo de los de Apple y otras ceremonias comerciales similares, en el que la compañía de Elon Musk iba a presentar algunas de las novedades tecnológicas en las que estaba trabajando. El principal aliciente que se esperaba era el Proyecto Dojo, un superordenador clave para la conducción autónoma y cuyo aprendizaje está basado en una red neuronal que le permite tener un comportamiento similar al humano.

Elon Musk dejó la presentación de "Optimus" para el final del Tesla AI Day

Pero justo cuando parecía que iban a apagarse las luces, Musk logró un efecto similar al “One more thing” de Apple, ese recurso mágico que empezó a utilizar Steve Jobs para trasladar sorpresas de última hora. Entonces, apareció el Tesla Bot, un robot humanoide sin rostro que podría integrarse a la perfección en una película de ciencia ficción, pero que es una creación muy real con el que Musk quiere hacer del trabajo físico “algo prescindible” para los humanos y que internamente ha sido bautizada como “Optimus”.

“El Tesla Bot es un robot humanoide capaz de realizar tareas que son inseguras, repetitivas o aburridas. Buscamos ingenieros mecánicos, eléctricos y de software que nos ayuden a aprovechar nuestra experiencia en Inteligencia Artificial más allá de la fabricación de coches”, recoge la web corporativa del fabricante a respecto de su nuevo prototipo que responde a un viejo anhelo de Elon Musk, quien se ha declarado más de una vez partidario del transhumanismo, el movimiento ideológico que defiende la mejora de las capacidades físicas, intelectuales y psíquicas del ser humano mediante el uso de la tecnología y métodos científicos, conllevando esta práctica el uso de la manipulación genética y la nanotecnológica como métodos para implementar cambios en las personas.

Cabe recordar su proyecto Neuralink, una start-up de neurociencia que en agosto de 2020 presentaba uno de los avances de sus investigaciones, unos cerdos que tuvieron implantados un chip en su cerebro del tamaño de una moneda durante varios meses y que estaba conectado a un ordenador. Este experimento responde a la ambición declarada de Musk por instaurar lo que él denomina “cognición súper humana”, la fusión de las personas con la Inteligencia Artificial. A través los chips, Neuralink fue capaz de monitorizar constantes de los animales y comprobar, sobre todo, si estos dispositivos eran perjudiciales para su desarrollo normal, algo que los investigadores participantes en el proyecto negaron.

Este proyecto nace fruto de uno de los temores citados por Elon Musk en más de una ocasión como es que las máquinas sean capaces de superar algún día a los seres humanos, por lo que su solución sería hacer que las personas tuvieran software propios que eviten que esto ocurra. Neuralink está trabajando en una interfaz humano-ordenador que permita, por ejemplo, reproducir música del cerebro sin necesidad de auriculares o hardware adicionales.

Y el Tesla Bot está concebido en ese espacio de dos mundos en el que transita Elon Musk y donde habría dos tipos de humanoides, aquellos dedicados a labores físicas como este prototipo, y los que tendrían más parte humana, pensados para las labores intelectuales. Fruto del temor del CEO de Tesla o SpaceX, entre otras empresas, este robot no puede correr a más de 8 km/h para evitar escenas distópicas de androides en plena de persecución de sus dueños humanos. Esta aclaración fue hecha por el propio Elon Musk, que detalló otros datos: el concept pesa 56 kilos, mide 1,75 metros de altura y se ha optado por no ponerle rostro par que su aspecto sea más “amigable”, aunque el resultado de esta apreciación pueda ser discutible. La intención de Tesla es que cada unidad tenga una pantalla en la cabeza en la que se podrán mostrar diferentes caras.

En cuanto al funcionamiento del Tesla Bot, el fabricante ha aplicado los mismos algoritmos que ya usa en los robots de sus plantas de ensamblaje, y que dotan al robot de capacidad para realizar tareas repetitivas o peligrosas. No en vano, puede llevar un peso de 20 kilos y levantar 70 del suelo, a lo que contribuyen las decenas de sensores que tiene por toda su estructura para realizar los movimientos que exigen estas tareas. Y es que en realidad esta novedad de Tesla es un golpe de efecto que emplea muchos de los conocimientos que la marca ya usa en sus coches, como las cámaras y láseres que tendrá el robot que le permiten moverse por el espacio.

Como ocurre con cualquier gran novedad de alguna de las compañías de Elon Musk, la fecha de lanzamiento será una incógnita. La propia Tesla ha acostumbrado a sus clientes a incumplir sistemáticamente todo tipo de plazos y el ejemplo más reciente es el del Cybertruck, su primera pick-up, a la que no le ha hecho falta salir al mercado para ser protagonista, sobre todo por supuestos cristales indestructibles que el propio Musk destrozaba en una de sus presentaciones.

El Tesla Cybertruck debería haber sido lanzado ya, pero las últimas informaciones indican que no estará disponible hasta 2022, el deadline que también se ha marcado para el Tesla Bot, que de hecho no pasó de ser un maniquí en el escenario durante el AI Day. El primer objetivo del Tesla Bot será no terminar en el cajón de los posibles donde acabaron una red de supercargadores que iban a funcionar con energía solar o un sistema de cambio rápido de batería, entre otros. Y el modo de intentar borrar el escepticismo por parte de Elon Musk ha sido decir: “Ya hacemos robots con ruedas, así que no será muy diferente”.

Los robots de Boston Dynamics se pasan al parkour

Pocos días antes de la presentación del Tesla Bot, Boston Dynamics, la empresa de robots de la que es propietaria Hyundai, lanzaba un nuevo vídeo demostración que tan buen resultado le dan siempre a la compañía. Después de bailes y coreografías, Boston Dynamics ha demostrado sus avances a través del robot Atlas, que protagoniza una pieza en la que aparece haciendo parkour.

A primera vista, esto podría parecer una demostración lúdica alejada de las trascendencias transhumanistas y profundas de Musk, pero Marc Raibert, Fundador y Presidente de Boston Dynamics, define mejor que nadie el propósito de estas piezas: “A la gente le encanta lo que hacemos y los vídeos son para nuestro lucimiento y una demostración creativa de la tecnología que estamos desarrollando”.

Este vídeo llega después de que el desarrollador haya reforzado las piernas de sus robots, uno de los defectos que detectó en la ejecución de “Spot’s On It”, una coreografía ejecutada por varias unidades de sus Spots. Y es que Boston Dynamics, a diferencia de lo que sucede con otras compañías, es totalmente transparente con sus ensayos. De hecho, sobre este último vídeo de parkour, Scott Kuindersma, Jefe del Equipo Atlas en Boston Dynamics declaraba después del experimento lo siguiente: “Si miras el vídeo de cerca, al robot se le ve un poco incómodo, por lo que vamos a cambiar un comportamiento que hemos probado antes, pero gracias a este experimento tenemos confianza de que funcionará”.

Estos son solo dos ejemplos que demuestran cómo la robótica evoluciona, un conjunto de dispositivos y tecnologías que se manifiesta de múltiples formas, cada vez más prácticas y menos etéreas. Solo en las últimas semanas se han producido novedades como la autorización que ha recibido el Cleveron 701, el primer robot semiautónomo que podrá circular y repartir a domicilio en Europa. Por otro lado, la compañía Sterling presentaba a Sybil, un autómata mezcla de jardinero y agricultor que es capaz de funcionar con energía solar y planificar un huerto sin necesidad de intervención humana. O el robot de Picnic, que es capaz de hacer pizzas y cocinarlas.

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Diferentes aplicaciones de un mismo concepto como es la liberación del ser humano de tareas mecánicas que incluso pueden ganar eficiencia si son mecanizadas con estos dispositivos, aunque este planteamiento siempre tenga la contraprestación de la pérdida o transformación de determinados puestos, un debate abierto en todo cambio industrial y disruptivo como el que plantea la robotización y que la sociedad tendrá que afrontar.

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