El tiempo es el oro del siglo XXI. Estamos en la era de la inmediatez y nos encontramos con la guerra del tupper en la oficina. Esta escasez de tiempo también se refleja en el mercado de gran consumo.
Por eso no resulta extraño que los llamados productos de conveniencia crezcan 2,5 veces más que el conjunto del mercado. O lo que es lo mismo, seis puntos por encima de la media del conjunto de gran consumo.
El informe “La cesta convenience de la compra” de Nielsen analiza estos productos que se asocian a la comodidad y al “listo para comer”, y que crecieron un 9,5% en ventas el año pasado (frente al 3,7% del conjunto del mercado).
Los productos más innovadores son los que más crecen. En concreto un 13,8% en ventas el año pasado.
Dentro de la amplia variedad de productos de conveniencia, diez de ellos muestran crecimientos notables por encima del 12%. Es el caso de los platos de alternativa vegetal, que crecieron un 62,5%. O el sushi, con un 49,5%.
Las especialidades orientales (23,2%) y los rollitos (22,5%) se sitúan detrás. Aunque todos ellos muestran crecimientos importantes, su peso en la cesta aún es reducido.
Los productos de toda la vida también funcionan bien, como los platos congelados de base arroz o verduras (con crecimientos entre el 12% y el 14%) o las croquetas refrigeradas, con un 18,6%. Las legumbres cocidas al natural incrementaron sus ventas el año pasado por encima del 20%, igual que las sopas y cremas líquidas refrigeradas.
El hogar más cómodo
Uno de cada cuatro hogares en España tienden a la comodidad. Y se gastan más, pues el gasto por hogar en estos productos fue de media de 185 euros en 2017: un 9% más que en el año anterior.
Algunos productos están más presentes en las cocinas de los consumidores, como las ensaladas de IV gama o el café monodosis. Y en función de los miembros de cada hogar la comodidad aparece de un modo u otro. En los hogares singles maduros es frecuente encontrar platos en conserva, y aquellos con niños tienen más gasto en platos congelados y refrigerados.
