La escena se abre en una sesión ficticia de terapia grupal: “Ese búho me decía que iba de maravilla… hasta que intenté hablar en la vida real”. Con un marcado tono de humor -y una referencia directa a la icónica ave de Duolingo, la plataforma de idiomas Preply lanza “El Mejor Dúo”, una campaña que desafía la fe en las aplicaciones gamificadas y reivindica la enseñanza entre personas como el camino más sólido para dominar un idioma.
Los contenidos de la campaña, que se distribuye en redes y canales propios de Preply, combinan sketches satíricos que cuentan con el mensaje subyacente de que un marcador de puntos o un chatbot no pueden reemplazar la empatía, la confianza y la personalización que aporta un docente humano.
“Aprender un idioma no es solo memorizar vocabulario o mantener una racha de ejercicios”, resume Sofia Tavares, Directora de Marca en Preply. “Es entender una cultura, ganar confianza y construir relaciones. Un profesor humano ofrece empatía, confianza y personalización, cualidades que ningún algoritmo puede replicar”. Bajo esa premisa, la compañía busca diferenciarse en un momento en el que la inteligencia artificial domina las conversaciones del sector.
Para demostrar que detrás de “El Mejor Dúo” hay algo más que una broma al competidor, Preply ha expuesto, como parte de la campaña, testimonios de parejas profesor-alumno que ejemplifican el impacto de la docencia personalizada:
- Daniel & José Luis - Tras 1.400 clases Daniel, profesional de salud mental en Estados Unidos, ya realiza evaluaciones psiquiátricas en español, cubriendo una brecha crítica en la atención sanitaria
- Gustavo & Mónica - Ocho años de videollamadas desde Costa Rica se traducen en un ascenso laboral para Gustavo y una amistad cimentada en el intercambio cultural
- Chris & Luis - Chris aprendió español para conectar con la familia de su esposa y criar a sus hijos de forma bilingüe
Y aunque algunas de estas duplas acumulan muchas horas de clase, la marca subraya que la clave no es la cantidad, sino la calidad del vínculo, dado que los procesos lingüísticos avanzan a ritmos distintos según la persona e, incluso, una relación breve con un profesor puede desencadenar progresos enormes si existe conexión.
La campaña supone un giro en la narrativa competitiva: hasta ahora, el humor viral era territorio casi exclusivo de Duolingo. Pero Preply le da la vuelta y usa la sátira no solo para entretener, sino para reforzar su posicionamiento en un mercado saturado de promesas algorítmicas. De esta forma, Preply ha apostado por reposicionar al profesor como ventaja competitiva, combinando historias de vida transformadas con un discurso estratégico que cuestiona el culto a la IA.