A principios de este año Lynx, la marca de desodorantes del grupo Unilever -que en España se distribuye bajo el nombre Axe-, lanzó un nuevo desodorantes para zonas íntimas masculinas, el Lower Body Spray, con el que respondía a las necesidades de los consumidores jóvenes. Como parte de su estrategia de marketing ha llevado a cabo una acción provocadora que toma como insight un hábito entre los hombres: rascar y oler.
Así lo explica la agencia creativa Lola Mullenlowe, responsable de la iniciativa, en un comunicado. Y es que la marca ha querido darle un giro a la publicidad exterior combinándola con sampling, dando como resultado vallas publicitarias “Scratch & Sniff”, es decir, soportes que al rascar desprenden olor.
Las vallas se han activado en Londres y las gráficas se apoyan en los códigos de los anuncios de ropa interior para hombres. Así, muestran fotos en blanco y negro, abdominales marcados y calzoncillos ajustados. No obstante, están hechas con tinta aromática y gracias a tecnología de microencapsulación al frotar la imagen se libera la
fragancia real. Esto convierte los carteles en demostración de producto.
Con ello Lynx retrata lo que la agencia define como "el instinto más básico de los hombres" que se convierte en esta acción en la forma más adecuada de probar la nueva fragancia. La marca eleva así la experiencia, alejándose de las tradicionales tiras de papel o los stands habituales.
“Esta valla no es solo una acción llamativa. Es una demostración real del propósito del producto y una celebración de la confianza sin filtros”, ha explicado Caroline Gregory, Global Brand Director de Lynx, en el comunicado de la agencia.
Desde Lola Mullenlowe apuntan que se trata de un acción provocadora, descarada y 100% alineada con el espíritu de Lynx. “Nuestra audiencia ha evolucionado. Quiere oler bien en todas partes, y valora el humor, la osadía y la honestidad”, ha comentado Tomás Ostiglia, Director Creativo Ejecutivo de Lola MullenLowe.

La intención ha sido desarrollar una estrategia de comunicación diferencial, puesto que no sólo se trata de un nuevo producto dentro del portfolio de Lynx, sino de una nueva subcategoría dentro del cuidado masculino. Así, se ha buscado establecer un paralelismo entre el carácter atrevido de la fragancia y su comunicación.
La acción de publicidad exterior sigue a los spots creados también por Lola Mullenlowe para presentar el nuevo producto. Con producción de CZAR, Lynx volvía a poner de manifiesto el poder de atracción de sus fragancias con una serie de situaciones cómicas.
La realizada ahora no es la primera ocasión en que Lola Mullenlowe innova en publicidad exterior para Lynx. El pasado mes de marzo, cuando la marca lanzó "Lynx with Catnip”, un desodorante capacidad para atraer a los gatos, también instaló una valla publicitaria con la fragancia incorporada.