Suiza incluye la crueldad animal en el etiquetado de alimentos como la carne o la leche

  • Se especificará si los productos provienen de animales a los que se les ha realizado procedimientos sin anestesia
  • También se prohibe la importación de pieles y productos de piel obtenidos mediante métodos crueles
Bandejas de carne con etiquetas

La mayoría de los consumidores no eligen de forma deliberada alimentos que hayan implicado crueldad animal, pero quizá sí por desconocimiento. Suiza busca poner fin a esta situación con la introducción de nuevas directrices para el etiquetado de productos de origen animal como la carne, la leche o los huevos. 

A finales del mes de mayo, el gobierno federal anunció una serie de modificaciones en el Reglamento sobre Alimentos y Objetos de Uso (LGV) así como en el Reglamento sobre la Información de los Alimentos (LIV). que comienza a aplicarse a partir de este mes de julio y contarán con un periodo de transición de dos años.

Con ello se obliga a especificar en el packaging si los productos proceden de animales a los que se les ha realizado algún procedimiento doloroso sin anestesia. El objetivo es ofrecer mayor transparencia hacia los consumidores para que puedan tomar decisiones mejor informadas. 
La obligación de declaración y etiquetado aplica a todos los establecimientos que ofrezcan estos productos, como restaurantes, pequeños comercios y minoristas.

“Los consumidores dispondrán de información adicional sobre el método de producción”

Al comprar alimentos de origen animal como carne, leche o huevos, los consumidores dispondrán en el futuro de información adicional sobre el método de producción"; explicaba el gobierno en un comunicado. "Así podrán saber si esos alimentos fueron producidos mediante intervenciones dolorosas realizadas sin anestesia previa a los animales”. 

En este sentido, las etiquetas deberán especificar si los animales se han visto sometidos, entre otras cosas, a castración o descornado. Y en el caso de los foie gras, también deberá etiquetarse el hígado y la carne provenientes del cebado forzado de gansos y patos. Tal y como apuntaba el gobierno suizo en su comunicado, el cebado forzado está prohibido en el país desde hace más de 40 años, aunque sigue permitida en el extranjero. 

Concretamente, según los cambios introducidos, deberán etiquetarse los siguientes productos: 

  • Carne de res de animales que fueron castrados o descornados sin anestesia
  • Carne de cerdo, si la castración, el corte de la cola o el limado de dientes se realizó sin anestesia
  • Huevos y carne de gallinas cuyo pico fue recortado sin mitigación del dolor
  • Leche de vacas que fueron descornadas sin mitigación del dolor
  • Ranas cuyas ancas fueron obtenidas sin anestesia
  • Hígado y carne de gansos y patos provenientes del cebado forzado

Además, también se ha impulsado la prohibición de la importación de pieles y productos de piel obtenidos mediante métodos crueles para los animales. En este sentido, también desde el 1 de julio, los minoristas que trabajen con pieles, incluyendo tiendas especializadas, boutiques de moda y vendedores online, deben demostrar que sus productos cumplen con los estándares de bienestar animal exigidos por ley.

Según recoge el portal de noticias Swiss Info, actualmente la normativa sólo exige la declaración de la especie, el origen y la procedencia de la piel. Las nuevas obligaciones exigen que los productos que no cumplan con las normas se retiren del mercado y que los infractores se enfrenten a un proceso penal. También se concede período de transición de dos años para permitir la adaptación.

Las medidas tomadas por Suiza se alinean con un compromiso de largo recorrido del país con el bienestar animal. Y es que a lo largo de los últimos años ha impulsado diversas iniciativas en esta materia, como el impulso a métodos de pesca menos agresivos, o prohibición de tirar peces por el inodoro.

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Al ampliar el requisito de etiquetado sobre crueldad animal a las importaciones, el gobierno suizo eleva los estándares de bienestar animal, y establece nuevos niveles de transparencia en el comercio mundial de alimentos. Algunos países del entorno, como Reino Unido, Alemania, Dinamarca o Francia cuentan con directrices sobre etiquetado de crueldad animal pero son de carácter voluntario. 

A nivel comunitario, en diciembre de 2023, la Comisión Europea presentó una propuesta orientada a mejorar las condiciones del transporte de animales vivos, incluyendo límites de tiempo de viaje, umbrales de temperatura y requisitos mínimos de espacio. Sin embargo, las diferentes enmiendas al texto están retrasando los procesos parlamentarios. 

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