La empresa alemana Böcker, especializada en maquinaria para elevación, ha lanzado una campaña de real time después de que una de sus máquinas se utilizara durante el robo de joyas de la Corona en el Museo del Louvre. El modelo implicado es el elevador Agilo, una plataforma inclinada diseñada para mudanzas, que los autores del atraco emplearon para acceder por una ventana del museo y huir posteriormente con el botín.

Lejos de mantener silencio, la compañía ha respondido con una acción de comunicación. Así, Böcker ha compartido en redes sociales una imagen de su producto, acompañado por la frase: “Cuando necesites moverte rápido”. La campaña destaca las capacidades técnicas del elevador, capaz de transportar hasta 400 kilos a 42 metros por minuto, y pone el foco en su eficiencia y discreción.

Según ha explicado Julia Scharwatz, Directora de Marketing en Böcker, la reacción surgió tras identificar el dispositivo en las imágenes del suceso. “Nos quedamos en shock al ver uno de nuestros equipos involucrado”, ha declarado. Una vez confirmado que no hubo víctimas ni daños personales, el equipo decidió aprovechar la notoriedad del caso para reforzar la visibilidad de la marca. En menos de 48 horas, la campaña ya estaba en circulación.

El contenido ha superado ampliamente las métricas habituales de la compañía en Instagram, pasando de unas 20.000 visualizaciones por publicación a más de 1,7 millones, con amplia repercusión en medios y comentarios positivos en redes. Algunos usuarios han elogiado la rapidez y el ingenio de la campaña, mientras otros han criticado el enfoque irónico dado el contexto del robo.

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Un robo de película

El elevador fue sustraído a una empresa de alquiler en París durante una supuesta demostración. Según Scharwatz, los autores del robo se hicieron pasar por clientes, y el propietario denunció la desaparición del equipo días antes del suceso. Fundada en 1958 y con sede en Werne (Alemania), Böcker es una empresa familiar que emplea a unas 600 personas.

El robo al Louvre ha tenido una gran repercusión mediática en Francia. Una cadena de televisión local ha recreado los hechos con animación generada por inteligencia artificial, lo que ha contribuido a reforzar el impacto visual del episodio. La imagen de la escalera apoyada sobre el balcón del museo ha circulado por todo el mundo.

El Agilo de Böcker, diseñado originalmente para facilitar mudanzas en edificios históricos, ha terminado convertido así en protagonista involuntario de uno de los robos más espectaculares de los últimos años. La marca, consciente del debate que podía generar su implicación, ha optado por una comunicación directa, técnica y con un punto de ironía, sin banalizar el delito, pero reforzando los atributos de su producto: eficiencia, precisión y silencio operativo.