¿Qué es un Lateado? Pascual no lo explica en este anuncio para su nueva bebida

  • Con creatividad de la agencia China (parte de LLYC), la marca deja claro que no es leche, ni yogur, ni batido
  • “El placer que no se deja definir”, opta por una estrategia de seducción hedonista y ambigua

No es leche. No es yogur. No es batido. Ni Pascual tiene claro qué es. Pero está rico.

Este es el punto del que parte la comunicación de Pascual Lateado, la nueva marca de la histórica compañía láctea, que irrumpe en el mercado con una campaña publicitaria firmada por la agencia China (parte de LLYC), convirtiendo el desconcierto en una declaración de intenciones. 

Así, en lugar de intentar explicar qué es Pascual Lateado, la campaña, que lleva por título “El placer que no se deja definir”, opta por una estrategia de seducción hedonista y ambigua, reforzada por la icónica banda sonora “Born Free” y una dirección visual cuidada.

“Desde la primera prueba de producto vimos claro reconocer que no sabemos qué placer tenemos entre manos” 

“Es una bebida diferente, nacida libre”, resume Rafa Antón, Director Creativo de China. "Desde la primera prueba de producto, tuvimos claro que era una invitación a ignorar todos los consejos sensatos de cualquier lanzamiento y reconocer que no sabemos muy bien qué tipo de placer tenemos entre manos porque no existía nada así. Estamos ilusionados de empezar a trabajar con un anunciante que es parte de nuestra vida como Pascual y aspiramos a convertir Lateado en un referente con la imaginación por bandera”.

La campaña cuenta con piezas de 20 segundos para Televisión y una versión extendida de 40 segundos destinada a Cine. Además, incluye una estrategia 360º con presencia en televisión conectada, digital, exterior, punto de venta y redes sociales, con especial foco en TikTok e Instagram.

Pascual Lateado es una bebida que se presenta en formato de 230 ml pensada para el consumo adulto, con referencias como Café Arábica, Cacao Africano y Sabor Natural, y una textura cremosa nueva en la categoría. Pero, más allá de sus atributos funcionales, la marca quiere provocar algo menos tangible en el consumidor: una licencia para disfrutar sin tener que definir. “Lateado no es una bebida, es una forma de vivir la indulgencia”, resumen desde la marca.

“Queríamos conquistar a ese adulto que no encuentra placer en la categoría láctea, y lo hemos hecho con un producto tan inesperado como delicioso”, explica Natalia Fernández, Directora del Negocio Lácteo de Pascual.

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La campaña rompe, por lo tanto, con los códigos tradicionales de la categoría. No aparecen familias sonrientes ni vacas en el campo. Lo que se aprecia es una coreografía visual en la que el producto aparece casi como un objeto de deseo, envuelto en luces, texturas y sugestión.

Con humor elegante, estética refinada y una dirección creativa valiente, la marca se presenta al mercado con el tono justo de ironía.

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