En un mundo donde las pantallas lo ocupan todo -el trabajo, el ocio, la memoria, el deseo-, Polaroid ha decidido lanzar un mensaje claro y nostálgico entre el ruido digital: “Lo real sigue siendo mejor”. Su nueva campaña de exterior en Nueva York es un canto a la vida analógica y un manifiesto visual contra la fatiga tecnológica y la sobrepromesa de la inteligencia artificial.
A través de una serie de gráficas y flypostings, la marca invita a levantar la mirada, guardar el teléfono y reconectar con el presente tangible. Y lo hace a través de imágenes reales, impresas en papel, con mensajes directos que interpelan emocionalmente al transeúnte digitalizado.
“La IA no puede generar arena entre los dedos de tu pies” es una de las frases que protagonizan los soportes más visibles de la campaña. Escrita a mano, sobre una fotografía Polaroid, el mensaje refleja una verdad cotidiana, pero profundamente reveladora. Y es que, por mucho que los modelos generativos prometan realismo, eficiencia y creatividad infinita, hay cosas que no pueden replicar, como la textura de la arena, la sal en la piel o el calor humano.

Otra pieza de la campaña ahonda en su crítica a los hábitos actuales de consumo digital: "¿Recuerdas la noche que pasamos con nuestros teléfonos? Yo tampoco". Un dardo sutil que apunta directamente a la desconexión real que se esconde tras la conexión constante. Una ironía suave, pero contundente, que activa la reflexión sin necesidad de moralizar.

El imaginario visual de la campaña se construye gracias a colaboraciones con fotógrafos emergentes que aportan una sensibilidad muy específica a las imágenes que acompañan los mensajes. A través de sus lentes, Polaroid transmite algo más que nostalgia: pertenencia, autenticidad y la promesa de que la experiencia humana es inolvidable.
La estética es deliberadamente simple, sin producción sofisticada ni retoques artificiales. Porque lo que quiere transmitir la marca es precisamente una vuelta a lo orgánico, a lo inmediato, a lo imperfecto que emociona y no se puede editar con un dedo.
En el perfil de Instragram de la marca, la campaña está agrupada bajo el hashtag #PolaroidFlip, una llamada a “darle la vuelta” a nuestros hábitos, cuestionar lo automático y mirar con otros ojos. No es casual que el verbo flip evoque tanto el gesto de girar una foto como el de rebelarse.
La campaña funciona como parte de un contrarrelato que crece cada vez más: el de la tech fatigue. La sobreexposición a pantallas, la ansiedad digital, la hiperconexión constante y la uniformización de la experiencia social están empezando a generar síntomas colectivos. Frente a esto, Polaroid busca ofrecer un estilo de vida basado en lo analógico como refugio.