Los discursos en torno a la igualdad de género están redefiniendo tanto los entornos domésticos como los comerciales. En este contexto Stokke, la marca noruega de mobiliario infantil, ha lanzado una campaña que se aleja del homenaje simbólico al padre y entra en el terreno de la reivindicación. Bajo el lema “Dads are dads, not babysitters” (“Los padres son padres, no canguros”), la marca interpela directamente a un estereotipo cultural arraigado: la idea de que el rol paterno es auxiliar, transitorio o circunstancial.
La campaña, lanzada a través de un post en Instagram, recoge escenas cotidianas de padres leyendo cuentos, cocinando, jugando o cambiando pañales. Una mirada moderna sobre la paternidad como acto cotidiano, comprometido y afectivo. En paralelo, y de forma sutil pero eficaz, se muestran los productos estrella de la marca como sillas altas, cochecitos y accesorios, integrados en cada una de las gráficas.
La ejecución corre a cargo de VaynerMedia, y conecta con una conversación que trasciende lo comercial. Cada vez más padres -especialmente en mercados europeos- exigen no solo tiempo legal para ejercer su paternidad, sino también un reconocimiento simbólico y representación cultural.
La campaña de Stokke busca visibilizar la brecha, convirtiendo el posicionamiento de marca en una declaración de principios: ofrecer soluciones que acompañen a madres y padres por igual, con un enfoque que pone a la infancia y los vínculos afectivos en el centro. El hecho de recurrir a contenido visual auténtico para la campaña tiene como intención conectar con una audiencia cada vez más sensible a la representación justa de los roles familiares.