Menos actividad neuronal y recuerdo: algunas de las consecuencias en el cerebro del uso de ChatGPT

  • Un estudio del MIT Media Lab Research analiza el impacto de la herramienta en las capacidades cognitivas
  • El estudio plantea las consecuencias de la IA en el aprendizaje y el desarrollo del pensamiento
Chico utilizando móvil y ordenador

El pasado mes de marzo OpenAI reconocía, tras la realización de un estudio junto a investigadores del MIT Media Lab Research, que el uso excesivo de ChatGPT puede asociarse con mayores niveles de soledad. Ahora, una nueva investigación del instituto tecnológico apunta que la herramienta puede impactar negativamente en las capacidades cognitivas de las personas. 

El estudio, publicado en el sitio web del MIT y en una página dedicada, ha buscado determinar el coste cognitivo de usar grandes modelos de lenguaje (LLM) ante la amplia y extendida adopción actual por parte de consumidores y empresas de productos de inteligencia artificial como ChatGPT de OpenAI. 

El estudio ha comparado la capacidad de redacción con la asistencia o no del chatbot

Para ello ha analizado el comportamiento de 54 sujetos, con edades comprendidas entre los 18 y 39 años y residentes en el área de Boston (Estados Unidos), en el contexto de la redacción de un ensayo. Se establecieron tres grupos: a uno se le asignó ChatGPT, a otro el buscador Google y el tercero procedió sin herramientas. 

Se realizaron tres sesiones separadas en el tiempo en las que cada sujeto tenía que elaborar un texto. Y por último se llevó a cabo una cuarta sesión en la que el grupo que había utilizado ChatGPT no podía utilizar ninguna una herramienta, mientras que los que no habían utilizado herramientas, debían usar un chatbot.

Para analizar la actividad cerebral se aplicó electroencefalografía de cara a recoger información sobre la carga cognitiva y conocer mejor las activaciones neuronales durante la tarea. Además, del análisis, se realizaron entrevistas con los participantes después de cada sesión. 

Una de las principales conclusiones es que los tres grupos mostraron patrones de conectividad neuronal significativamente diferentes y que la conectividad cerebral se redujo sistemáticamente con la cantidad de apoyo externo. Concretamente, el grupo no utilizó ninguna herramienta exhibió conexiones neuronales más fuertes y de mayor alcance; mientras que el grupo que utilizó Google mostró una conexión intermedia y los que utilizaron ChatGPT mostraron una actividad más débil.

En este sentido, de los tres grupos participantes en el análisis, los que utilizaron ChatGPT presentaron la menor actividad cerebral y un rendimiento inferior a nivel neuronal, lingüístico y conductual. Además, los integrantes de este grupo mostraron menor capacidad a la hora de recordar o citar los ensayos que habían realizado. 

Asimismo, los integrantes de este grupo entregaron ensayos extremadamente similares, carentes de originalidad y basados ​​en las mismas expresiones e ideas. Dos profesores de inglés que evaluaron las redacciones las calificaron de "desprovistas de alma". El análisis revela también una baja concentración atencional y escaso control en la ejecución, es decir, se limitaron a darle instrucciones a ChatGPT.

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En cambio, el grupo que no utilizó ninguna herramienta mostró la mayor conectividad neuronal, especialmente en las bandas alfa, theta y delta, asociadas con la creatividad, la ideación, la carga de memoria y el procesamiento semántico. El análisis también apunta que este grupo estaba más comprometido y curioso, se sentía más responsable y expresó mayor satisfacción con sus ensayos.

La investigación sugiere que el uso de modelos de lenguajes conversacionales podría perjudicar el aprendizaje, especialmente en los usuarios más jóvenes. No obstante, la autora principal, la investigadora Nataliya Kosmyna, recuerda que el tamaño de la muestra es relativamente pequeño y que el trabajo está aún siendo revisado por otros investigadores. 

Kosmyna también enfatiza que el análisis se ha realizado en un contexto educacional con la intención de explorar el impacto de la inteligencia artificial en el aprendizaje y la educación. Esto atiende. al creciente adopción de herramientas de inteligencia artificial por parte de estudiantes. 

El pensamiento y la capacidad de aprendizaje podrían verse afectados en el largo plazo

Sin embargo, apunta que los hallazgos plantean la preocupación de que, a medida que la sociedad depende cada vez más de herramientas de inteligencia artificial, el desarrollo cerebral a largo plazo podría verse sacrificado en el proceso.
Aplicado en el entorno laboral, si bien otras investigaciones plantean que la IA puede tener impacto positivo en la productividad, una mayor dependencia de ella también podría reducir el pensamiento crítico, la creatividad y la resolución de problemas en la fuerza laboral.

En esta línea, según recoge Time, la investigadora considera que los hallazgos visibilizan un problema que afecta actualmente a la infancia y la adolescencia y al desarrollo de sus cerebros. “Educar sobre cómo usamos estas herramientas y promover que el cerebro necesita desarrollarse de forma más analógica es fundamental”; ha comentado. “Necesitamos una legislación activa y sincronizada y, aún más importante, probar estas herramientas antes de implementarlas”.

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