El error como fuente de inspiración: la lección de dos Carbonell, Ona y Pablo, en Los Prismas de la Creatividad

  • La nadadora y el artista han sido los invitados al quinto programa streaming impulsado por Manifiesto
  • "Solo entendiendo el fracaso como algo bueno podremos llegar a conseguir pequeñas cosas"
Pablo Carbonell y Ona Carbonell en Los Prismas de la Creatividad

No les une solo un apellido. También la visión de la creatividad como vía de conexión, de evasión e, incluso, de sanación. Desde disciplinas tan alejadas como el deporte y la música, Ona Carbonell y Pablo Carbonell acuden a la expresión creativa como brújula con la que orientar, no solo su desarrollo profesional, sino la búsqueda de sí mismos y la comprensión de quienes son. Su trabajo y trayectorias, no obstante, son también reflejo de la incesante búsqueda de inspiración, de la voluntad de aprendizaje constante, de la inconformidad y de la asunción de riesgos. 

La nadadora de natación sincronizada y medallista olímpica, y el cantante, actor y humorista demostraron la relevancia y utilidad y, sobre todo, transversalidad de la creatividad. Tanto para zambullirse en una piscina como para subirse a un escenario, esta supone un elemento esencial para comunicar y conectar. Así lo manifestaron en la conversación que mantuvieron con Javier Guadiana, CEO & Founder de Reason.Why, como quintos invitados de Los Prismas de la Creatividad

Ona Carbonell y Pablo Carbonell son ejemplo del carácter transversal de la creatividad

El programa streaming, impulsado por Manifiesto, ofrece conversaciones inspiradoras sobre creatividad con profesionales de máxima referencia en diversas esferas de conocimiento. Así, DJ Nano ha compartido su pasión por el proceso creativo; y el chef Paco Roncero ha reflexionado sobre la importancia de la colaboración. Además, la ex jugadora de baloncesto Amaia Valdemoro ha animado a encontrar la inspiración en el rival y la comunicadora Raquel Sánchez Silva ha invitado a no dejarse intimidar por el folio en blanco. 

A esta rica lista de aprendizajes se suman ahora los de Ona Carbonell, a quien la práctica de la natación sincronizada de élite le ha permitido canalizar sus motivaciones y ambiciones artísticas. Desde los Juegos Olímpicos de Londres en 2012 hasta los de Tokio el año pasado, la deportista ha podido experimentar la capacidad “de dar vida a algo que no ha existido, de transformar y de innovar”, cualidades que asigna a la creatividad. “Es algo difícil de explicar, es lo que me mueve por dentro”, comentó destacando la subjetividad del concepto y su valor para la diferenciación.Hemos destinado mucho tiempo a ser innovadoras, más que nuestras contrincantes China o Rusia. De ahí entendimos que la creatividad también parte de hacer cosas horribles, sin sentido, pero que pueden llegar a ser innovadoras”. 

Error y riesgo, elementos imprescindibles

En cambio, para Pablo Carbonell la creatividad es una fórmula para escapar de un mundo que para las personas que se consideran creativas, rebeldes, puede resultar incómodo. La entiende, también, como algo inherente al trabajo. “En la creatividad encontramos una vía de escape y trazamos un campo y un espacio personal que es volátil. Hay un componente mágico y sanador en lo que se crea”, comentó el artista. “Lo traduje una vez en una fórmula matemática: arte es igual a trabajo dividido por infinito. Cuando estas creando, es como si unas alas te transportaran. te estás escuchando”. 

En este sentido, como herramienta para la expresión de la individualidad consideran que la creatividad es un elemento inseparable del error.He entendido también que parte de la creatividad es ser arriesgado y no tener miedo al ridículo o a lo patético. De ahí nacen las cosas más creativas y bonitas.”, apuntó la nadadora. “Como sociedad nos da mucho miedo fracasar, caernos, perder…. Solo entendiendo el fracaso como algo bueno podremos llegar a conseguir pequeñas cosas. Gracias a la derrota he crecido como deportista y como persona”. 

Junto al fracaso, salir de sus respectivas zonas de confort también es, para los dos Carbonell, una cuestión indispensable para el desarrollo de la creatividad y de sus trabajos. En este sentido, desafiarse a sí mismos con nuevos retos, entrar en contacto con otras disciplinas y profesionales y enfrentar cosas distintas a las de su campo habitual les ayuda a madurar y a crecer en sus actividades a través de nuevas experiencias. Esto, además, abre caminos para la exploración individual, la proyección de la personalidad y la aceptación.

Algo que, coloquialmente, el músico define como “escucharse los testículos”. “Decidir y tomar decisiones respecto a cómo te gustan las cosas es muy complicado”, aseguró durante Los Prismas de la Creatividad. “Recuerdo que cuando comencé a editar los reportajes en “Caiga Quién Caiga", le pedía a todo el mundo su opinión. Después de seis años de trabajo, llegué a saber cómo me gustaban las cosas a mí sin preguntar a nadie. Ya no tengo que preguntarlo, y eso es fantástico”. 

Libertad e individualidad para enriquecer la creatividad

Sin embargo, esto puede llegar, si se pierde de vista la humildad, a convertir la creatividad en un ejercicio de egocentrismo que hay que aprender a gestionar. En el caso de los dos participantes en este episodio del programa impulsado por Manifiesto, colaboran con grupos de profesionales en su día a día y han aprendido el valor de la libertad de expresión de cada uno de ellos y el enriquecimiento que deriva de las distintas aportaciones. “Aprendimos a utilizar la fortaleza y la debilidad de cada una para ser más únicas e innovadoras. A veces no es una cuestión de ego, sino de que todo el mundo puede aportar. Hay que entender las personalidades”, comentó Ona Carbonell. 

Es precisamente el trabajo en equipo, y el miedo a no fallar a los esfuerzos comunitarios y a los compañeros, lo que a menudo puede imponer presiones o bien ayudar al proceso creativo. “En momentos de debilidad todos podemos sacar la fuerza de nosotros mismos o buscar a alguien que nos motive”, comentó el músico. “En mi libro hay un episodio en que menciono a Sabina, y pensé en mandárselo. Empecé a ver mi trabajo a partir de sus ojos, y eso me supuso una exigencia”. En este sentido, pensar en el público para el que estás trabajando puede aportar adrenalina y también responsabilidad. Aunque la nadadora considera que los valores que se ejercen y practican en el día a día es una mayor responsabilidad que la consecución de las medallas. 

Capacitación para la evolución

En línea con lo comentado por otros invitados de Los Prismas de la Creatividad, los protagonistas de este episodio aseguraron abordar esa presión y responsabilidad a través del aprendizaje constante. La evolución, la reinvención y la continua formación son herramientas que les ayudan a la hora de enfrentarse al folio en blanco y otras etapas del proceso creativo. En el caso de Pablo Carbonell, está en contacto permanente con todas las artes. “Estudio canciones, leo, toco la guitarra… Cuando no estoy creando, me estoy formando”, afirmó. 

Ona Carbonell, ha compaginado la práctica del deporte de élite con estudios de diseño de moda, algo que le permitirá seguir desarrollándose profesionalmente una vez cuelgue su bañador de manera definitiva. Además, su participación y victoria en “Masterchef Celebrity España" también le demostró el valor de la capacitación.Cocinaba durante el día y por la noche estudiaba todas las recetas y técnicas. Eso te da tablas para hacer tus conexiones. Incluso diseñé platos pensando en coreografías acuáticas”, apuntó la nadadora. “Al principio de todo sí puedes tener respeto a hacer algo innovador o diferente, pero creo que es uno de los momentos más maravillosos porque es cuando no hay ninguna frontera y se pueden hacer cosas increíbles”. 

Al término del programa, Ona y Pablo Carbonell tuvieron ocasión de reflexionar acerca de su relación con las marcas. En el caso de la deportista, firmas como ISDIN, Iberdrola, Mazda o Nike son algunas de las que, desde hace tiempo, apoyan su trayectoria tanto dentro como fuera de la piscina. Se trata de relaciones sostenidas en el tiempo basadas en valores compartidos, tal y como pudo verse en el reciente documental “Empezar de nuevo”, creado y producido por YouFirst y disponible en la plataforma Rakuten. 

La relación con las marcas ha de ser sincera, natural, real y que de verdad tenga tus valores. Todos mis sponsors tienen mucho que ver con mi vida y mi persona”, señaló Ona al término del streaming. “Las marcas te ayudan en muchos sentidos, como a visibilizar tus causas. Es muy importante que el deportista se implique, porque es cuando puedes mandar mensajes de verdad y que lleguen a la sociedad”. 

Ona y Pablo están unidos por un apellido. Un patronímico que les une también a una conocida marca de aceite, de la que alabaron su producto y a la que hicieron un llamamiento para que les tuviera en consideración para ejercer como embajadores. Quién sabe, es posible que en un futuro la creatividad y filosofía de estos dos profesionales inspire a la compañía para conectar con los consumidores. 

 

A continuación puedes ver al completo el quinto programa de Los Prismas de la Creatividad, impulsado por Manifiesto, con Ona Carbonell y Pablo Carbonell como invitados: