Las marcas se mueven en un ecosistema donde la atención se ha convertido en un bien escaso y los cambios en los algoritmos de las plataformas dificultan el impacto en la audiencia. En la volatilidad el email marketing destaca como uno de los pocos canales que todavía brindan control sobre el mensaje y su alcance. Si bien su esencia y mecanismos han permanecido prácticamente inmutables durante décadas, el poder y potencial del correo electrónico promete seguir escalando gracias a la inteligencia artificial.
Esta tecnología puede ayudar a las marcas a estrechar la relación con los consumidores a través de un canal que goza de buena percepción. El email es el medio a través del cual el 63% de los usuarios prefieren ser contactados por las marcas. Le sigue el SMS, opción preferida para el 44% (crece desde el 32% de 2023).
Las redes sociales, por contra, pierden terreno, según un estudio de la plataforma de pago Square, realizado en 2024 entre 6.000 comercios y 4.000 consumidores de Estados Unidos, Canadá, Australia y Reino Unido,
Email marketing: un terreno personal
Esto se debe, tal y como nos explican desde la plataforma de automatización de marketing E-goi, a que el correo electrónico es un canal que, pese a emplearse como herramienta comercial, aún se siente personal. La bandeja de entrada es un espacio íntimo y bajo control del usuario, que decide qué abrir, cuándo hacerlo y cómo interactuar. El email aporta sensación de privacidad y relevancia, algo que muchas veces se pierde, por ejemplo, en redes sociales, y permite entablar conversaciones fuera del escrutinio público. Es, además, donde los consumidores esperan recibir sus comunicaciones más importantes.
Esto repercute en que el contenido recibido de las marcas, si está bien trabajado, personalizado y resulta útil, sea entendido casi como un servicio, que como publicidad. Si bien es verdad que en la bandeja de entrada los mensajes de las marcas compiten con otros, ya sean de carácter personal o comercial, el email supone un canal menos ruidoso y estable.
“La clave ya no está en el volumen, sino en la pertinencia”
Su característica y percepción por el usuario pueden ser capitalizadas, pero no desde una perspectiva transaccional sino relacional, es decir, con un enfoque basado en la relevancia y la entrega de valor. “La clave ya no está en el volumen, sino en la pertinencia”, comenta Iuri Ferreira, Email Marketing & CRM Specialist en E-goi. “El email bien trabajado no es una campaña, sino una conversación estructurada con lógica de negocio”.
El 71% de los consumidores espera que las empresas ofrezcan interacciones personalizadas, y el 76% se frustra cuando esto no ocurre, según datos hallados por McKinsey en los últimos años entre usuarios estadounidenses. Además, el 65% de los clientes considera las promociones personalizadas como una de las principales razones para realizar una compra.
Pero, al igual que un anuncio por sí sólo ya no vale para impactar a los consumidores, el email marketing ha de formar parte de una estrategia integral. Por sus características, no obstante, funciona como eje central de la relación con el cliente: conecta la tienda física con la online, activa el SMS, potencia el WhatsApp, alimenta el CRM y refuerza la fidelización. Desde E-goi apuntan que si bien otros canales captan la atención, el email la consolida y convierte, uniendo toda la experiencia del consumidor.
Ventajas de la inteligencia artificial
Con la integración de soluciones de inteligencia artificial, dicha experiencia puede mejorarse. Por ejemplo, esta tecnología habilita la evolución de la segmentación a la microsegmentación dinámica, puesto que facilita la creación audiencias en función de patrones de comportamiento, intereses emergentes, la propensión a la conversión o la intención de abandono de la suscripción.
Además, permite la personalización del contenido en tiempo real, prever el mejor momento para enviar la comunicación, generar asuntos de manera automática, recomendar productos con precisión, evaluar la redacción o realizar análisis y diagnósticos de rendimiento y recibir recomendaciones al respecto.
En la práctica, todo esto puede llegar a traducirse en más aperturas, más clics o más ventas.
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Sin embargo, la inteligencia artificial no sustituirá ni a la creatividad ni a la inteligencia humana. Sin un enfoque estratégico, el email marketing no brindará resultados que acerquen a las marcas a sus objetivos de negocio, por mucha integración tecnológica por la que se apueste. La relevancia y la aportación de valor real debe estar en el centro de dicha estrategia.
Para lograrla hay una serie de aspectos básicos a los que se debe atender, tal y como recuerdan desde E-goi en su ebook sobre email marketing. Estos son:
- Organizar la base de datos: realizar un mantenimiento constante de los contactos para potenciar la eficacia de la comunicación mediante la eliminación de contactos inactivos o duplicados
- Segmentar con intención: en función de datos de comportamiento (última compra o clics recientes) y variables contextuales
- Automatizar con lógica relacional y de negocio: crear flujos de bienvenida, de carrito abandonado o de reactivación, y probar diferentes versiones de contenido para las campañas promocionales
- Aplicar la IA de forma gradual: priorizar herramientas que generen impacto inmediato y medible, como las sugerencias o la generación automática de contenido
- Medir, interpretar y rediseñar: revisar periódicamente las métricas principales, cancelación de lo que no funciona y refuerzo de lo que sí.
En este sentido, la transformación más destacada que la inteligencia artificial está generando en el email marketing es su evolución como canal de envíos masivos a uno con foco en una comunicación personalizada y efectiva. El medio, a través de la inteligencia artificial, está reforzando su relevancia para las marcas en un momento en el que a éstas ya no les vale sólo con captar la atención, sino que necesitan construir relaciones sostenibles.