Los ascensores son para acciones de guerrilla!

Lo que empezó como una broma en internet se ha convertido en el soporte publicitario de moda. El ascensor, ese pequeño espacio cerrado, es ahora el medio ideal para captar reacciones a un mensaje publicitario de impacto.

Estás esperando a que llegue el ascensor, mirando los numeritos que indican en qué piso está. 3... 2... 1... ¡cling! Y al abrirse la puerta aparecen dos hombres en el suelo, uno intentando asfixiar al otro con un cable, mientras éste forcejea para soltarse. ¿Qué harías? Hablar con ellos del tiempo no, desde luego...


... Hagas lo que hagas esto te impacta seguro. Es la última acción de marketing de guerrilla en ascensores, una moda que está pegando fuerte en el mundo de la publicidad. En este caso se trataba de promocionar la película Dead Man Down, y la acción ha arrasado. El vídeo ya ha recibido más de cinco millones de visitas en YouTube.


 

Pero, ¿por qué está tan de moda el ascensor? Las puertas que se abren de repente nos permiten el elemento sorpresa, o, en este caso, el susto. Aunque pensándolo bien, lo que más asusta es la cantidad de “víctimas” que intentan marcharse disimuladamente, como si no hubiesen visto nada. Insensibles!


Grabar las reacciones de la gente en el ascensor ha sido una broma recurrente en internet, antes de utilizarse como soporte publicitario. Quién no recuerda la broma de la niña en el ascensor o el ataúd, grabados en Brasil, que dieron la vuelta al mundo...


 

Tal vez estos vídeos sean el motivo de que Brasil sea el líder indiscutible en las acciones publicitarias en ascensores. Un ejemplo es la ONG por los derechos de los animales SOS Fauna. Su acción consiste en meter a personas solas o a pequeños grupos en un ascensor de São Paulo y hacerles sentir encerrados durante unos segundos. Al salir, las víctimas reciben una tarjeta con el mensaje “Si da miedo estar encerrado unos pocos segundos, imagínate toda una vida".



También Red Bull ha sabido ver el potencial publicitario de los ascensores brasileños. Esta vez el objetivo es asociar las bebidas energéticas a las horas de trabajo, y no sólo a la vida nocturna, como hasta ahora era habitual en el país. En el ascensor de una oficina aparece una pegatina junto a los botones con la frase “¿Te sientes lento hoy? Recarga energías en el piso 9”. Quien visite el noveno piso encontrará una máquina de Red Bull que llena completamente el marco de la puerta y recibirá un refresco gratuito. Por fin una acción que no intenta asustar al pobre participante.



Y, como no podía ser de otra forma, allí donde se ha utilizado el marketing de ascensor ha surgido la polémica. Le ha ocurrido al gigante de la electrónica LG, que utilizó esta técnica para promocionar sus nuevas pantallas, con el eslogan “Tan real que da miedo”.



Sin embargo, algunos han atacado la campaña alegando que el vídeo es un montaje hecho con actores en el que el suelo del ascensor es un croma verde y posteriormente se han proyectado las imágenes. Los críticos lanzaron un vídeo explicativo en el que se muestra cómo el ángulo del hueco del ascensor es diferente cuando la imagen se filma desde arriba y cuando se filma desde un lateral. Esto no ocurriría si las baldosas del suelo funcionaran como una pantalla de televisión. También hacen notar al espectador que en una de las escenas se ve reflejado el suelo verde en la barandilla del ascensor.



LG no ha dado importancia a estas graves acusaciones. Sólo una representante de la marca en Holanda declaró al portal Mashable que era “mejor dejar a los espectadores decidir”. También comentó que se contemplaba hacer un making of de la campaña para aclarar dudas, que finalmente nunca apareció.


Parece que la estrategia de la marca ha sido dejar que el asunto se olvide con el tiempo. Sin embargo, la pasividad de LG es muy llamativa, especialmente cuando se les acusa de falsear un vídeo que pretendía demostrar lo contrario: el realismo de sus pantallas. 


Cada uno que interprete lo que quiera, nosotros nos quedamos con la genialidad de recurrir a un elemento tan cotidiano como el ascensor y hacer de él el soporte perfecto para campañas publicitarias de impacto.

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