El debate de los becarios no es nuevo.
Ahora Jordi Cruz, jurado en el programa Masterchef de La 1 de TVE, ha defendido públicamente el trabajo no remunerado de los aprendices en gastronomía. Y en publicidad, ¿hay que remunerar a los becarios?
En Reason Why hemos querido hablar con los responsables de las principales agencias creativas para tomar el pulso al estado de las becas que se hacen en Publicidad.
Porque esto de los becarios nos toca a todos; y sobre todo en el sector de la comunicación; uno de los más afectados por el bajón económico y la escasez de talento ante las necesidades actuales del mercado.
A favor o en contra de las becas
En general, la mayoría de los directivos de las agencias creativas están a favor de contratar becarios. Coinciden en que es una oportunidad para que entren en contacto con el mundo laboral y algo que ellos, en su momento, no pudieron tener.
Juan Luis Polo, CEO de Good Rebels, asegura: “Las empresas que buscamos talento necesitamos formar parte de su aprendizaje porque después les vamos a contratar. Por eso en Good Rebels estamos a favor de los becarios”.
En la misma línea, Miguel Ángel Torres, Presidente de Agencias de España, manifiesta: “El becario es una figura necesaria que permite acercarse a la realidad de las cosas”.
Más contundente es la Directora Creativa de Proximity Madrid, Pilar de Giles, quien asegura que “tener becarios es un quid pro quo. Ellos aprenden y ganan experiencia estando en una agencia. Yo no estudié Publicidad, pero aprendí a moverme por el sector siendo becaria”.
Desde LOLA MullenLowe también se suman al movimiento en defensa de los becarios. Su Chief Creative Officer, Chacho Puebla, afirma: “En mi época de joven publicitario era muy complejo entrar en una agencia. Como a mí me costó, yo trato de que al resto no les cueste”.
Las becas ¿deben ser gratis, remuneradas o con matices?
La impresión general recogida por Reason Why después de hablar con distintos profesionales del sector es que se debe recompensar de alguna manera el tiempo que el becario dedica a la empresa y que además es necesario establecer claramente las condiciones de su relación con la agencia. A partir de esta idea de base, vienen los matices.
De un lado están posiciones como la de Pilar de Giles, partidaria de que “al menos no les cueste dinero venir a trabajar, porque entonces estaríamos coartando a la gente que no tiene dinero y eso no es justo”.
Refiriéndose a los polémicos argumentos de Jordi Cruz sobre la no remuneración, Pilar añade: “Los becarios tienen que aprender, pero creo que la explotación tiene un límite y no debemos permitirlo”.
Juan Luis Polo coincide con la Directora Creativa de Proximity: “Creo que debería ser ilegal la explotación, de cualquier tipo. Nadie debe trabajar gratis, ni siquiera para aprender y mucho menos para trabajar dando resultados”. Por eso, asegura que Good Rebels establece siempre fechas de entrada y de salida para las becas evitando así que se renueven “eternamente”.
Chacho Puebla manifiesta una posición distinta. Y es que el creativo se enfrenta a diario a la situación de querer que los becarios aprendan pero tener que dedicarles mucho tiempo para que lo consigan. Porque, en este sentido, la Universidad “no vale para nada”.
Entonces, ¿cómo se compensa el tiempo que dedican los profesionales del sector a la formación que no está impartiendo la Universidad?
Chacho explica que LOLA MullenLowe usa un sistema con un mes de prueba sin remuneración para comprobar las aptitudes del becario. Después, si es válido, está otros dos meses en prácticas y la agencia trata de compensar al trainee en especias, por ejemplo, con tickets de comida.
“Yo sé que no es suficiente”, dice Chacho “y me gustaría que fuera más, pero recibo un promedio de 50 currículums por semana. Si los aceptara a todos tendría que contratar a 2.500 trainees cada año”.
De un último matiz, el de la duración de las becas, habla Marta Insausti, CEO de la Escuela Superior de Publicidad: “El problema es que las empresas quieren tener a los becarios durante años y eso ya no es una beca. El win-win se ha convertido en empleo precario y explotación. Por eso hace falta más control”.
¿Qué responsabilidad tienen las universidades?
En este punto, preguntamos a los profesionales del sector por la responsabilidad de los centros de formación ante esta situación. Aquí la opinión es unánime: la Universidad, en líneas generales, vive de espaldas al mundo laboral.
“Las universidades que enseñan Publicidad no valen para nada”, asegura rotundo Chacho Puebla. Además, lanza una pregunta: “¿Qué me puede enseñar una universidad estancada, en la que los profesores están lejos de la realidad y los planes de estudios tienen 15 años?”.
Igual de tajante, Marta Insausti añade: “Creo que de la universidad nunca se ha salido preparado para el mundo laboral. Lo que pasa es que antes los tiempos eran más lentos, estabas toda una vida en la misma empresa, y ahora todo es más rápido. Se necesita gente más productiva en menos tiempo y la Universidad ahí se ha quedado atrás”.
Pilar de Giles, de Proximity, también defiende la labor de las escuelas especializadas: “En la carrera los alumnos no se especializan en nada. Sin embargo, hay escuelas privadas que siguen un programa más parecido al día a día real de las agencias y sus estudiantes están más preparados”.
Le apoya Juan Luis Polo al sugerir que “en el mercado un profesor tendría que tener capacidad académica demostrada y pero también experiencia en la empresa privada, porque es la única forma de trasladar a la gente joven el mix entre el conocimiento y el mundo real”.
Los becarios, por su parte, coinciden con el planteamiento de los profesionales del sector. De hecho, algunos han llegado a confesarnos que pagarían a las agencias por la formación que reciben durante sus meses de prácticas. Puedes leer la opinión de los becarios en este artículo.
