Coca-Cola quiere reforzar su apuesta por el vidrio retornable como formato, especialmente en el sector hostelero. Tal y como informan desde la compañía, cada botella de vidrio está diseñada para ser rellenada hasta 25 veces, “lo que permite que se mantenga intacta, pueda lavarse y volver a llenarse con bebidas”. Como parte de su estrategia, la empresa busca implicar a los consumidores y lo está fomentando a través de una nueva edición de su campaña de vidrio retornable, en la que los involucra de una forma interactiva mediante gamificación. 

A través de un mini-juego digital, los usuarios pueden seguir el viaje que hace una botella vacía desde el momento en que es retirada en un establecimiento hostelero. A partir de ahí, “comienza una travesía animada que se divide en varias fases, en las que el consumidor interviene activamente a través de sencillos retos diseñados para entender las distintas etapas del proceso industrial”, explican desde Coca-Cola. 

Los consumidores pueden llegar al juego a través de las redes sociales de la marca o mediante las inserciones publicitarias en medios y canales digitales. Creada por Studio X, parte de WPP, la campaña está activa desde el pasado 15 de mayo.

Según indican desde la marca, la apuesta de Coca-Cola por el vidrio está alineada con las preferencias de los propios consumidores. Estudios elaborados por CS On Research y citados por la empresa de bebidas indican que el 82% de los españoles prefieren las botellas de vidrio cuando consumen en establecimientos de hostelería. No solo por la la apariencia del envase, sino también por la capacidad del vidrio para mantener el sabor y frescura de la bebida, lo que mejora la experiencia de consumo. 

El recorrido de la botella de vidrio retornable

En primer lugar, la botella se transporta en un camión donde arranca el proceso de reacondicionamiento. Su primera parada es la limpieza. A través de la primera fase del mini-juego, “Container Washing”, el usuario debe alinear correctamente la botella y mantener pulsado el botón de lavado para dejarla completamente limpia. Cuantas más logre limpiar en un tiempo limitado, mayor será su puntuación. Una vez limpias, los envases pasan a la siguiente fase, donde deben rellenarse con la cantidad justa de bebida. Aquí entra en juego el segundo reto, “Filling”, que pone a prueba la precisión del jugador. Al presionar el botón en el instante justo, el líquido se detiene en la línea indicada.

Después del llenado, llega el momento de reagrupar las botellas y prepararlas para su distribución. En la última fase del juego, “Grouping & Palletizing”, el usuario debe arrastrar rápidamente las botellas a izquierda o derecha para colocarlas correctamente en los palés, simulando el proceso real de logística en fábrica. Finalmente, una imagen muestra cómo los envases vuelven al bar.

Coca‑Cola está apostando por una transformación en la manera en que sus bebidas llegan al consumidor, con un enfoque claro en la sostenibilidad y la innovación. La compañía trabaja para reducir su huella ambiental mediante el rediseño de envases y el desarrollo de nuevas soluciones que prioricen materiales reciclados, sistemas rellenables y experiencias más eficientes. Pero su objetivo es repensar no solo el envase, sino también la forma de servir y disfrutar sus productos, adaptándose a los retos medioambientales y a las nuevas expectativas del consumidor.

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Un ejemplo de ello es Coca‑Cola Freestyle, un modelo que combina la personalización de la bebida, a través de la elección de la cantidad y el sabor, con el uso de vasos reutilizables.
Por otro lado, España ha sido el país europeo elegido para probar el piloto de Pour My Beverage. Este sistema de autoservicio pensado para estadios, parques de atracciones, restaurantes, oficinas o cafeterías permite que los consumidores puedan rellenar y pagar sus propias bebidas sin necesidad de hacer colas, ofreciendo soluciones rellenables.