Nescafé nos acompaña cada mañana desde hace 75 años.

Ahora la marca ha decidido dar un giro y renovar su imagen de marca para fortalecer su valor, mejorar la experiencia del consumidor y crear relaciones más significativas. 

La campaña de comunicación más importante de Nestlé en este 2014 llegará a los 180 países en los que la marca va a cambiar un imagen corporativa.

Entre esos países se encuentra México, donde Nescafé tiene previsto invertir 120 millones de pesos para anunciar el cambio de la marca.

Un cambio que incluye una nueva identidad basada en la reinterpretación de dos iconos que siempre la han caracterizado: la tilde en la ‘e’ final y la taza roja.

La taza de Nescafé, presente en uno de cada dos hogares mexicanos, es precisamente la protagonista de la campaña de publicidad que Nescafé ha lanzado junto a Publicis Mexico y Notlabs para anunciar su renovación. 

Bajo el lema de “Despertar”, la marca ofrecerá dos alarmas asociadas a su producto: 

La primera es la edición limitada de la “Tapa-Despertador” que se colocará en los frascos de Nescafé. En ella se programa una alarma sincronizada con la luz del sol y que se desactiva al abrir el frasco de café. Sólo 200 personas en el mundo podrán disfrutar de este invento:

En una segunda fase, Nescafé lanzará el primer despertador social en México. Una aplicación gratuita que permitirá a los consumidores grabar su voz para despertar a su familia o amigos de manera creativa y divertida.

“La posibilidad de llegar a tantos segmentos de la población nos motivó a crear un movimiento social nunca antes visto: Revolución Nescafé. Queremos ‘Despertar a la vida’ a millones de mexicanos, invitándolos a abrir los ojos cada día y descubrir lo extraordinario dentro de lo ordinario”, señaló Philipp Navratil, vicepresidente de Cafés y Bebidas de Nestlé México. 

Uno de los objetivos de ‘Revolución Nescafé’ es hacer que la gente beba dos tazas en vez de una al día. Quizá el nacimiento de Jacobs Douwe Egberts tras la fusión de DE Master Blenders 1753 y Mondelez International haya tenido algo que ver en el giro de Nescafé para plantarle cara a la que ya se ha convertido en la empresa de café más grande del mundo.