Unilever eliminará los combustibles fósiles en sus productos de limpieza para 2030


  • El programa Clean Future buscará alternativas renovables y recicladas a los ingredientes de origen petroquímico
  • La multinacional pretende alcanzar las cero emisiones netas en sus productos para 2039
Clean Future de Unilever

El respeto por el medio ambiente y el pensamiento ecológico han escalado posiciones en la lista de preocupaciones de las marcas ante unos consumidores -y una sociedad- cada vez más concienciados en temas de sostenibilidad. Al igual que las instituciones y organismos públicos, las marcas también han reformulado su compromiso con el entorno para reducir su impacto en el planeta durante los próximos años.

En este contexto, Unilever ha puesto en marcha un plan estratégico con el objetivo de reducir los ingredientes derivados de combustibles fósiles en sus productos de limpieza y detergentes. La intención es alcanzar esta meta en el año 2030, para lo que destinará 1.000 millones de euros.

Unilever destinará 1.000 millones de euros a la iniciativa "Clean Future"

Hasta el momento, las iniciativas sostenibles del sector se habían centrado principalmente en los problemas relacionados con las herramientas de lavandería y el uso de la energía para los dispositivos. Sin embargo, otro de los frentes contra la contaminación de esta industria se encuentra en la aplicación de tensioactivos a base de ingredientes de origen petroquímico -para desengrasantes- y carbonato de sodio, entre otros.

Con el programa “Clean Future”, diseñado por la división Home Care, Unilever se convierte en la primera compañía del sector en poner en marcha un proyecto como este. Mediante los principios de la economía circular, empleo de fuentes de energía renovables y reformulaciones de envases a escala global, se busca reducir la huella de carbono de la multinacional. Además, el grupo pretende reemplazar algunos ingredientes con alternativas vegetales y promover el uso de surfactantes obtenidos a partir de residuos plásticos.

"Clean Future" es nuestra visión para reformar radicalmente el negocio. Como industria, debemos romper nuestra dependencia de los combustibles fósiles, incluso como materia prima para nuestros productos”, explica Peter Ter Kulve, Presidente de la división Home Care de Unilever.
La compañía ha visto una demanda sin precedentes en sus productos de limpieza en los últimos meses debido al coronavirus. No obstante, “eso no debería ser motivo de complacencia”, señala Kulve. “No podemos permitirnos distraernos de las crisis ambientales a las que se enfrenta nuestro mundo, nuestro hogar. Contaminación. Destrucción de hábitats naturales. La emergencia climática. Esta es la casa que compartimos y tenemos la responsabilidad de protegerla”.

El fin del carbono para Unilever

El desafío es evidente. Los productos químicos utilizados en sus artículos de limpieza y lavandería afectan a algunas de sus marcas más conocidas, entre las que se incluyen Surf, Radiant, Omo y Persil, y representan el 46% de las emisiones de carbono de la división Home Care. En esta línea, la multinacional pretende evolucionar hacia fuentes de carbono renovables o recicladas y se compromete a alcanzar las cero emisiones netas en sus productos para 2039.

Además, parte del presupuesto de "Clean Future" se destinará a financiar la investigación en biotecnología, la utilización del CO₂ y los desechos, así como la química baja en carbono, el diseño de productos biodegradables y el uso eficiente del agua. Por su parte, reducir a la mitad la utilización de plástico virgen para 2025 es otro de los compromisos de la compañía.

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En este sentido, Unilever se ha embarcado en proyectos internacionales de investigación. En Eslovaquia se ha asociado con la biotecnológica Evonik Industries para desarrollar la producción de ramnolípidos, un tensioactivo renovable y biodegradable que ya se utiliza en su líquido lavavajillas Sunlight en Chile y Vietnam. Igualmente, en India está trabajando para obtener carbonato de sodio a partir de una tecnología pionera de captura del CO₂. La multinacional espera ampliar estos proyectos de manera significativa en el marco del programa.

Todo ello se aplicará bajo las directrices del “Carbon Rainbow”, un novedoso enfoque que busca diversificar las fuentes del carbono utilizado en los distintos procesos. En este sentido, el denominado “carbono negro”, esto es, el procedente de fuentes fósiles no renovables, se reemplazará con el CO₂ capturado (carbono púrpura), el obtenido de plantas y fuentes biológicas (carbono verde), fuentes marinas (carbono azul) y carbono recuperado de desechos (carbono gris).

Carbon Rainbow de Unilever

Todas estas medidas han hecho que la World Wildlife Foundation alabe el plan estratégico de la compañía. “Estos importantes compromisos de Unilever, combinados con un fuerte abastecimiento sostenible, tienen un potencial real para hacer una contribución importante a medida que avanzamos hacia una economía que trabaja con la naturaleza, no en su contra”, apunta Tanya Steele, Directora Ejecutiva de la organización en Reino Unido.

Por su parte, la multinacional sostiene que estos cambios han venido impulsados también por la sociedad, que reclama productos sostenibles más asequibles y de la misma calidad que los convencionales. Además, Unilever afirma que estos avances serán posibles gracias a la ciencia y la tecnología, así como la participación activa de sus partners y colaboradores. “Nuestros proveedores y socios de innovación juegan un papel fundamental en esta transición. Al compartir nuestro modelo Carbon Rainbow, estamos pidiendo una transformación en la economía, en la forma en que todos usamos el carbono”, afirma Peter Ter Kulve.

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