“Nos han enseñado mal la belleza. Es hora de aprender la verdad”.
Ese es el mensaje que lanza la firma cosmética The Ordinary en su nueva campaña, con la que, una vez más, y siguiendo su filosofía de marca, busca advertir a los consumidores acerca de la, a su juicio, publicidad engañosa desplegada por la industria de la belleza.
Para ello ha creado, de la mano de la agencia creativa Uncommon, una rutina colectiva de skincare con carácter distópico. En la pieza, con producción de Smuggler, decenas de personas aplican a la piel de sus rostros distintos tratamientos, productos y técnicas -a cada cual más estrambótico-, buscando la eterna juventud que tradicionalmente ha prometido el sector.
Con una estética surrealista y futurista, la campaña alude a términos como “sin poros”, “eliminación de arrugas” o “congelación de grasa”, como ejemplos de la terminología que puede inducir al error o la confusión y que ha sido diseñada para atraer a los consumidores hacia ciertos productos.
“Desde promesas vacías hasta estándares imposibles e ingredientes exagerados: durante demasiado tiempo, nuestra industria ha enseñado mal la belleza”, han comentado desde The Ordinary al compartir la campaña en sus canales sociales. “Así que hicimos The Periodic Fable: una tabla periódica con cero ciencia. Esperamos que ayude a crear una industria mejor y más transparente, donde todos puedan distinguir hechos de la ficción y la ciencia de los cuentos”.
Así, la campaña presenta The Periodic Fable (traducible como El cuento periódico), una tabla periódica con cero base científica, según señalan desde la marca, compuesta por 49 términos populares de marketing. Recogidos en un gráfico interactivo, The Ordinary explica cada uno de los conceptos tratando de arrojar luz sobre ellos bajo un enfoque divulgativo.

Por ejemplo, respecto al concepto “libre de sulfatos”, The Ordinary señala que los sulfatos ayudan a la limpieza en un volumen adecuado. Así, apunta que no se trata de eliminar los ingredientes, sino de gestionar correctamente la formulación.
Respecto a “dermatológicamente recomendado” The Ordinary señala que una marca tan sólo requiere de la recomendación de un dermatólogo para realizar dicha afirmación y recuerda que los mejores productos son los que están respaldados por evidencia científica.

Tanto la marca como la agencia defienden que la tabla es una poderosa herramienta de enseñanza con potencial para reescribir las falsedades de la industria, utilizando la ciencia para replantear la forma en que se entiende la belleza. “Los consumidores tienen derecho a saber exactamente qué están comprando, pero también qué palabras y frases no son más que tácticas de marketing”, ha comentado Amy Bi, Vicepresidenta de Marca de The Ordinary, según recoge Little Black Book.
Con The Periodic Fable, The Ordinary sigue construyendo su alegato a favor de la transparencia en la industria de la belleza. A lo largo de los últimos años lo ha desarrollado, a nivel comunicativo, con impactantes campañas y acciones de marketing. Entre las más recientes, “The Truth Should Be Ordinary”, una recopilación de informes científicos y técnicos con los que ha buscado combatir la desinformación; o “The secret ingredient”, una escenificación del incremento en el precio de los productos derivado del trabajo de las marcas de belleza con grandes influencers.
Más info.: The Periodic Fable