La expresión "fino, fino, filipino" lleva décadas en el imaginario colectivo español para referirse, de manera coloquial y humorística, a algo que está muy bien hecho, rematado o perfecto. "Filipino" funciona así como un intensificador que amplifica el significado de "fino", utilizándose como un juego de palabras.
La propuesta busca elevar la experiencia de las galletas en forma de aro
Ahora, la histórica frase ha inspirado el nombre del último lanzamiento de la marca Filipinos: una nueva gama de galletas más finas y crujientes. Bajo el nombre oficial de Fino Fino Filipinos, la propuesta eleva la experiencia de las galletas en forma de aro que han hecho célebre a la marca, con una nueva fórmula de textura más ligera, cobertura de chocolate y un topping de cereal inflado que refuerza el crunch característico.
Este lanzamiento llega tras el éxito de colaboraciones como la edición limitada junto a Dinosaurus, y se enmarca dentro de la estrategia de innovación de Adam Foods, grupo al que pertenece Filipinos. Con esta acción, la compañía busca consolidar su liderazgo en el mercado galletero apostando por el lenguaje como territorio cultural: rescata una expresión ajena, la hace propia y la transforma en un gesto de marca con valor simbólico y comercial.
Con presencia en más de 75 países y más de 1.400 empleados, Adam Foods opera en categorías clave como galletas (Cuétara, Artiach), pastelería (Phoskitos), miel (Granja San Francisco), patés (La Piara) o caldos (Aneto), entre otros. El lanzamiento de Fino Fino Filipinos no solo amplía el portfolio de la marca, sino que introduce un guiño cultural que conecta con generaciones que han usado la expresión para elogiar lo que es verdaderamente bueno.