Lo que hay detrás del anuncio de Navidad de Suchard

  • Se hicieron 2.900 fotos durante 78 jornadas de trabajo, moviendo a mano los personajes para cada fotograma
  • Visitamos el estudio de Pangur, en Valencia, responsable de llevar la idea de Ogilvy al terreno del stop motion
Los muñecos del anuncio en el set de rodaje

El anuncio de Navidad de Suchard se ha construido desde una sensibilidad minuciosa hacia los códigos culturales españoles. Un ejemplo de ello son dos objetos cotidianos como el servilletero y el azucarillo típicos de los bares, elementos que Ogilvy ha utilizado como pista simbólica para reforzar la autenticidad del relato. La precisión con la que están hechos fue lo que conectó a la agencia de inmediato con el enfoque artesanal del estudio valenciano Pangur, responsable de llevar la idea de la agencia al terreno del stop motion.

Desde Reason.Why estuvimos en Valencia conociendo de cerca todo lo que hay detrás del spot de este año. Allí nos explicaron que, para conseguir un minuto final de animación, se realizaron 2.900 fotografías durante 78 jornadas de rodaje. Y es que cada gesto de los personajes se tiene que ajustar a mano, incluyendo los movimientos de las extremidades, los ojos, el pelo y también las bocas, hechas una a una para ajustarse a los diferentes fonemas del guión. 

El estudio operó como un laboratorio en miniatura con costureras confeccionando ropa de escala diminuta, profesionales de bellas artes moldeando rostros y pelucas y especialistas en electricidad integrando unos minileds que, según nos contaron, solo se fabrican en Reino Unido. Todo el proceso se desarrolló con una apuesta explícita por el talento local y con el objetivo de subrayar la calidad de la animación española en stop motion.

@reason_why 🍫Lo que hay detrás del anuncio de Navidad de @Suchard. Estuvimos en Valencia conociendo el trabajo de @PANGUR ANIMATION, el estudio responsable de llevar la idea de @Ogilvy_es al terreno del stop motion. ▪️2.900 fotos ▪️78 jornadas de trabajo ▪️Los personajes se movían a mano, fotograma a fotograma El resultado es un reflejo del nivel que tiene España en animación en stop motion. #stopmotion #animacion #marketing #creatividad #navidad ♬ sonido original - Reason Why

Víctor Vázquez y Miguel Provencio, Directores Creativos en Ogilvy, nos contaron durante la visita que la campaña se concibió con una doble responsabilidad: por un lado, mantener la tradición de uno de los anuncios de Navidad más esperados del año y, al mismo tiempo, acompañar la introducción de los nuevos bombones de la marca. El briefing les llegó en marzo y abrió un proceso de exploración interna sobre cómo se viven realmente las fiestas navideñas en España. Las conversaciones en la agencia derivaron en una conclusión clave: existen múltiples formas legítimas de celebrar estas fechas. Ese hallazgo inspiró el concepto de “Son todas Navidades", que ha permitido conectar la evolución del producto con la diversidad real de rituales y familias.

En este sentido, la reinterpretación del histórico jingle de Suchard se convirtió en un elemento estructural. La melodía permitía tender un puente entre la memoria colectiva y la actualización cultural del mensaje, reforzando la idea de que las celebraciones pueden transformarse sin perder su esencia. Para la agencia, esta decisión refleja también la valentía de la marca al asumir un cambio generacional en la forma de vivir la Navidad sin renunciar a su herencia.

Cecilia Rosi, Brand Manager en Suchard, subrayó así que este proyecto coincide con un momento de transición muy relevante para la marca, de ser conocida casi exclusivamente por el turrón a ampliar su surtido hacia nuevas categorías, entre ellas los bombones. Para ella, la campaña consigue expresar una idea fundamental: las tradiciones cambian, los consumidores cambian y la forma de celebrar también; pero la esencia emocional que la marca ha construido en torno a la Navidad permanece. Durante la visita reconoció que este ha sido uno de los trabajos más cuidados y significativos que han desarrollado en los últimos años.

 

 

 

 

La elección de Pangur como estudio de animación en stop motion llegó, según los Directores Creativos de Ogilvy, tras un proceso de coordinación junto a las productoras BOL y Hogarth, con la intención de llevar a cabo una producción mediterránea sólida y coherente con la sensibilidad manual del proyecto. Y no dudaron en reconocer que trabajar con esta técnica supuso “un aprendizaje constante”: cada reunión requería ajustar ideas al lenguaje físico de la animación, comprender algunas limitaciones técnicas y modular decisiones narrativas para que fueran ejecutables fotograma a fotograma.

En stop motion la previsión es crucial, porque una mínima desviación en la construcción de un personaje obliga a rehacer horas de trabajo

Para dar vida al reparto del anuncio, el equipo de Pangur partió de una base técnica fabricando quince estructuras maestras que actuaban como columna vertebral de todos los personajes. A partir de esos armazones modulares pudieron articular a cuarenta figuras distintas mediante intercambios de cabezas y piezas compatibles. Con el storyboard muy presente en todo momento, fueron ordenando el rodaje, verificando que nunca coincidieran en una misma secuencia dos figuras que dependieran del mismo máster. En stop motion esa previsión es crucial, porque una mínima desviación en la construcción de un personaje obliga a rehacer horas de trabajo.

Cuando las estructuras estuvieron listas, comenzaron a darles cuerpo. Se cubrieron con espuma para generar volumen y se personalizaron con una capa de detalles manuales. Así, la indumentaria de cada figura incluía elementos diminutos como botones, bolsillos o costuras que, aunque apenas son visibles en pantalla, completan la identidad de cada personaje. Los complementos como el calzado, gorros, bufandas o gafas se modelaron en materiales como silicona o fieltro. Las cabezas se diseñaron en digital, se imprimieron en 3D y después se recubrieron. El cabello se hizo a mano pelo a pelo y cada personaje contó con varias bocas imantadas que se iban cambiando según la expresión del fotograma. Los ojos también eran móviles, así que todo el material del rodaje se organizó en el taller con un método casi quirúrgico a base de cajas etiquetadas, accesorios clasificados por personaje y un control exhaustivo de cada pieza.

Como curiosidad, desde Ogilvy nos explicaron que la artista Mafalda Cardenal acudió a uno de los rodajes con una chaqueta amarilla que conectaba muy bien con toda la estética del spot. Así que le pidieron que la usara para el anuncio y, desde Pangur, se reprodujo la prenda a escala reducida hasta lograr un parecido total con el vestuario original.

Pangur es un estudio de animación especializado en stop motion, ubicado en Valencia y fundado en 2015 por profesionales con amplia experiencia en esta técnica. Han trabajado para marcas internacionales como Hasbro, Warner, Nestlé o Nickelodeon, entre otras. El estudio combina trabajos por encargo de alto nivel técnico con proyectos propios de ficción animada, lo que le da un carácter híbrido como productora creativa y taller artesanal especializado.

Durante la visita Leticia Montalvá, su Productora Ejecutiva, y Vicente Mallols, uno de sus Cofundadores, hicieron mucho hincapié en que Valencia es un enclave consolidado en la producción de stop motion, y consideran que este proyecto permite reivindicar ese ecosistema creativo y técnico.

A continuación tienes un making of que se ha producido en paralelo a la campaña y al que hemos podido acceder desde Reason.Why.