En abril la marca de tecnología reacondicionada Back Market exploró cómo ha cambiado el planeta entre el lanzamiento del iPhone 3G y el iPhone 16. Glaciares sin hielo o lagos desérticos eran las impactantes imágenes que ilustraban el impacto de la tecnología rápida, o fast tech, en el medio ambiente. Ahora la compañía vuelve a denunciar los efectos del consumo excesivo de dispositivos electrónicos mirando hacia el futuro.
La iniciativa “The Last Shot Gallery”, trabajada junto a la agencia Words and Pixels, proyecta cómo será el mundo cuando sea fotografiado por iPhones desde el modelo 89 al 92. Así, mediante una serie de imágenes que reflejan el antes y el después imagina cómo se verán en el futuro lugares como Venecia o Central Park (Nueva York) si no se comienzan a reducir los niveles globales de residuos electrónicos.
Back Market ha colaborado con artistas y científicos para generar las recreaciones. Tal y como ha compartido la compañía, se ha utilizado tecnología de modelado climático para predecir el daño potencial a cada lugar emblemático que ha quedado retratado, brindando posteriormente a los artistas acceso a estos datos para fundamentar su obra final.
Así, imagina como sería el Puente de Rialto, en Venecia, dentro de 75 años con una obra de los artistas Archie McGrath y Josiah Naguar. El Monte Kilimanjaro reinterpretado por el artista Hugh Jardine; el templo sagrado de Kinkaku-Ji visto por Alice Garrard; las Cataratas del Iguazú en Sudamérica o los Acantilados de Dover en Inglaterra son otras de las imágenes que han podido verse en la exposición que la marca ha ejecutado en una galería en el barrio de Fitzrovia, en Londres.
“The Last Shot Gallery” busca mostrar a los usuarios cómo la cultura de la actualización tecnológica constante está dañando el planeta, puesto que provoca que millones de dispositivos obsoletos terminen innecesariamente en vertederos de residuos electrónicos. Según traslada la marca, en 2022 se produjo un récord de 62 millones de toneladas de residuos electrónicos, y es uno de los flujos de residuos de más rápido crecimiento del mundo.
La marca espera que la iniciativa ayude a los usuarios a tomar conciencia sobre el impacto del consumo excesivo de electrónica en el medioambiente y que ayude a las grandes empresas tecnológicas a darse cuenta de que existen otras maneras de generar ingresos además del lanzamiento constante de nuevos dispositivos. En este sentido, la acción pone de relieve la tecnología reacondicionada, más respetuosa con el entorno.
"Actualizaciones constantes, obsolescencia programada, dispositivos que "se agotan" justo cuando cae el nuevo modelo...The Last Shot Gallery muestra cómo nuestra obsesión por la tecnología está impactando el planeta", ha comentado Luke Forshaw, Director de Marca y Marketing de Back Market en Reino Unido, a través de LinkedIn. “¿Pero la buena noticia? La reparación, la reutilización y las opciones más inteligentes son la forma en que rechazamos la tecnología rápida. Tu hábito de actualización no tiene por qué costarle al planeta”.







