Seamos íntegros; tendremos relaciones profesionales más sanas

  • La integridad es un valor intrínseco a la persona
  • Bien transmitido y trabajado, penetra en las organizaciones y en su filosofía
integridad

La integridad es un valor intrínseco a la persona que, bien transmitido y trabajado, penetra en las organizaciones y en la filosofía que estas filtran al exterior. En un mundo utópico y si todos fuéramos íntegros, evitaríamos muchos de los conflictos que hoy en día existen.

Las empresas son el reflejo de aquellos que las componen y por eso es tan importante transmitir unos valores desde arriba para que calen en el día a día.

La integridad nos lleva a ser confiables

Pero, ¿qué es la integridad? La integridad no es ni más ni menos que hacer lo correcto, por las razones correctas y de la manera correcta; y esto inevitablemente lleva a ser confiable.

En un contexto publicitario, parece que esta sensación de confiabilidad está quebrada. Los clientes no confían en las agencias, las agencias no confían en los clientes, los consumidores no confían en las marcas, ni ellas en ellos, y todo este círculo viene dado por la falta de integridad.

Si lo analizáramos en diferentes planos…

La integridad dentro de las agencias supone tener unos principios y ser fiel a ellos, entender las relaciones como un partnership; pero no solo con los clientes, sino también con los profesionales que están dentro. Saber que tus compañeros pueden contar contigo y todos con la empresa porque esta actúa respetando y pidiendo ser respetada.

Si analizamos las relaciones cliente-agencia, la integridad es un valor fundamental de respeto y de compromiso. Y tiene que ser bidireccional, de nada sirve que un lado sea íntegro si el otro lado se aprovecha.
Integridad es ser honestos con los planteamientos por ambas partes.
Integridad es saber decir que no; no desde el cliente al trabajo de una agencia con argumentos y no desde las agencias a los clientes.
Integridad es ser transparentes con los presupuestos, tanto con el presupuesto que se cuenta para hacer el trabajo como con el presupuesto que va a costar una propuesta.
Integridad es no aprovecharse de una situación de fuerza por ninguno de los dos lados, es reconocer el trabajo de unos y de otros.
En definitiva, la integridad es un todo que hace que las relaciones profesionales sean mucho más sanas, estables y duraderas.

Los consumidores declaran consumir marcas que tengan valores

Y hemos dejado para el final a los consumidores. Sirva como ejemplo esta historia real: hace unos días en Londres un grupo de activistas contra el maltrato animal se manifestaba delante de una marca que supuestamente utiliza pieles de animales en sus prendas. Alguien se le acercó y le preguntó a uno de los más beligerantes si sabía que la marca que había fabricado la bolsa de deporte que llevaba estaba acusada de explotación infantil. La respuesta que se encontró fue que “nadie es perfecto”.

La verdad es que esta anécdota ilustra muy bien este último punto. Los consumidores declaran consumir marcas que tengan valores y compromisos con la sociedad, buscan la integridad en ellas. Sin embargo, a la hora de mirar hacía sí mismos son, en su mayor parte, egoístas y buscan su satisfacción personal, que vendrá justificada de alguna manera, aunque sea la imperfección humana.

Todo esto provoca que en la sociedad de hoy en día la integridad sea un valor en alza, que siempre está y que, si en algún momento se ha perdido, con echar la vista atrás y buscarla seguro que aparece. Todo se puede recuperar, incluso la integridad.

Luchemos por tener una actitud distinta ante los proyectos, ante las relaciones y ante la vida, porque nos acercará a un balance personal y profesional mucho más satisfactorio al final del día.
Volvamos a confiar!!

 

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