Un desayuno con Iñaki Gabilondo: entre el marketing político y las fake news

  • "El todo gratis es completamente imposible en periodismo"
  • Gabilondo ha recibido el II Premio Internacional de Periodismo Vanity Fair
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“No me voy a cortar ni un poco”. Con esta declaración de intenciones se ha presentado esta mañana el periodista Iñaki Gabilondo en el desayuno informativo organizado por la revista Vanity Fair en un céntrico hotel de Madrid. Le invitaban para entregarle el II Premio Internacional de Periodismo Vanity Fair como reconocimiento a toda una trayectoria periodística de referencia y justo en ese momento le preguntaban por el ministro de Cultura, Màxim Huerta, y sus problemas con Hacienda.

Gabilondo y la política

“El gobierno de Pedro Sánchez se juega la credibilidad con el mismo asunto que ha usado para revocar al ejecutivo de Rajoy”. Así es cómo ve la situación del recién nombrado ministro de Cultura un periodista que empezó en la radio con 21 años, fue Director de Informativos de Televisión Española con el Golpe de Estado del 23-F, presentó el que llegó a ser el programa de más audiencia de toda la historia de la radio española y entrevistó al ex-Presidente del Gobierno, José María Aznar, unas 23 veces. Vamos que de política, y de comunicación, sabe un rato.

Y si algo ha tenido claro Iñaki Gabilondo a lo largo de sus 75 años es que el marketing político y la independencia periodística, al menos en su caso, no son compatibles. “Sé que me he perdido informaciones relevantes por no sentarme a comer con políticos, pero en mi caso las relaciones afectivas me impiden hacer bien mi trabajo”, contaba Gabilondo desde una sala abarrotada de periodistas que, casualidades de la vida, está situada a muy pocos metros de la sede central del Partido Popular en la calle Génova.

"Aznar es el presidente con el que peor me he llevado"

Con la confianza que da hablar en un tiempo verbal que ya tiene más de pasado que de presente sobre una trayectoria profesional ampliamente consolidada, Gabilondo confesaba que a pesar de los múltiples ofrecimientos que ha tenido sólo se sentó dos veces con Adolfo Suárez en las distancias cortas, una con Felipe González y otra con Calvo Sotelo. En el caso de José María Aznar, “que fue el presidente con el que peor me he llevado con diferencia”, fueron dos y una con Zapatero. Esto lo contaba el reconocido con hasta 6 Premio Ondas no como una virtud, sino como un defecto en el que insistía: “Posiblemente los mejores periodistas de España han podido sentarse con políticos sin perder su independencia. Yo no”.

El futuro del periodismo según Gabilondo

La política, y su abiertamente reconocido antagonismo con Aznar desarrollado sobre todo a raíz de la Guerra de Irak, llevaron a Gabilondo a recordar esta mañana otra guerra. Una, eso sí, sin miles de víctimas mortales ni supuestas armas de destrucción masiva de por medio. Fue la guerra mediática que mantuvo durante años con el hasta entonces líder indiscutible de la radio española: su compañero Luis del Olmo.

"Sólo pagando por el periodismo podemos tener buena información"

Pero este detalle no sólo forma parte ya de la historia pasada del periodismo, sino que además no tiene nada que ver con la lucha actual en la que el comúnmente conocido oficio del plumilla tiene que centrar todas sus fuerzas. Para Iñaki Gabilondo, contra las Fake News, el clickbait y el periodismo del corta pega hay una única salida posible: “Sólo pagando por el periodismo podremos tener información de primera línea. El todo gratis es una enternecedora ilusión completamente imposible”.

Y lo justificaba lanzando al aire la siguiente disyuntiva: “¿Queremos que el periodismo sea los ojos y los oídos de la vida? ¿O queremos un periodismo de espera delante del ordenador?” Como dirían los millennials hoy en día “up to you”. En cualquier caso, la visión de Gabilondo sobre el futuro del periodismo es declaradamente esperanzadora. Entre otras cosas porque “la sociedad ha descubierto que lo necesita. Por eso lo va a proteger aunque sea en legítima defensa”.

Cuando Gabilondo ya no esté

Parafraseando el título del programa que ahora presenta en Movistar+, Gabilondo ha confesado estar viviendo “la prórroga de su carrera profesional”. Una prórroga en la que han cambiado sus inquietudes.

"Estoy cansado de hacer entrevistas políticas"

Ahora su máxima curiosidad es descubrir qué nos depara el futuro. Y, en especial, qué nos depara la ciencia. En este sentido ha sido muy crítico con las políticas españolas en cuanto a ciencia, innovación y universidades: “Es de un suicidio y una ceguera espectacular no estar haciendo nada para responder a la enorme transformación que estamos viviendo. Nuestro país se juega la vida en ello”. Sin duda, una tarea que Gabilondo cuela en la agenda del nuevo gobierno o dream team de ministras y ministros de Pedro Sánchez al que, previsiblemente, no va a entrevistar. No por ningún tipo de antagonismo similar al ya mencionado con el ex-Presidente Aznar, sino por puro hartazgo: “Estoy cansado de hacer entrevistas políticas. Cuando empiezo a hacer la pregunta, ya sé cuál es la respuesta”.

Se toma un descanso el Gabilondo periodista político, pero no el Gabilondo comprometido con las causas que considera justas. Entre ellas el feminismo: “Las mujeres son el colectivo más dinámico de la sociedad”, asegura una de las voces más reconocibles que ha contribuido a crear la historia de la radio española.

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