La tecnología crea empleo, pero también lo destruye

  • En los planes digitales de algunas empresas está cerrar oficinas y despedir plantilla para ahorrar costes
  • Los robots desempeñan mejor las funciones mecánicas que algunos empleados
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Si hasta hace unos años estudiar una carrera y hacer un máster eran un plus para conseguir un trabajo, ahora ya no son suficientes ni siquiera para destacar dentro de una pila de currículums

Una carrera y un máster ya no bastan para destacar

Quien más, quien menos, ya cuenta con estas titulaciones, sumando el dominio de idiomas y algunas habilidades tecnológicas que va actualizando día a día. Precisamente la tecnología es uno de los extras más valorados, no sólo para conseguir un trabajo, sino también para conservarlo. Es algo obvio, pero ¿y si la tecnología saca a relucir su parte más negativa? ¿Nos lo podría poner más difícil en el trabajo?

Robots que nos quitan el puesto

Puede ser que estén surgiendo algunas “amenazas” de tipo tecnológico. Por ejemplo los robots que ya nos sustituyen en ciertas labores domésticas y ahora parece que también lo van a hacer en el trabajo.

Deutsche Bank quiere sustituir a empleados-ábaco por robots

Estos días leía que el Deutsche Bank ha lanzado un aviso a los “empleados-ábaco”. Les decía que, dado que hacían trabajos de manera automática y mecánica, los acabarían sustituyendo por robots. De hecho, el Consejero Delegado de la entidad, John Cyran, ha llegado a decir que la digitalización implicará la eliminación de un “gran número” de puestos de trabajo.

Otro banco, el Santander, también ha propuesto este mismo mes implantar la Digifilosofía en España. Se trata de un plan digital que pretende captar 1,2 millones de clientes en dispositivos móviles para ahorrar costes a base de conseguir que las gestiones que ahora se realizan en las oficinas del banco, se hagan desde casa y a través de  dispositivos móviles. Una transformación digital que implica el cierre de oficinas y el despido de parte de la plantilla.

Controlados por un microchip

Sin llegar al extremo de cambiar personas por robots, hay ciertos avances tecnológicos que también nos pueden complicar la vida en la oficina. Se trata del siguiente nivel a un email o una llamada de trabajo a una hora intempestiva.

Una empresa de Wisconsin ha implantado microchips a sus empleados

Hablo de que la empresa implante un microchip que controle la productividad. Aunque lo parezca, la idea no la saco de un capítulo de Black Mirror, sino de una empresa de Winsconsin llamada Three Square Market. De sus 80 empleados, 50 han accedido a que se les implante este chip bajo la piel con el objetivo de controlar sus entradas y salidas a la oficina, poder conectar el ordenador, identificarse o adquirir productos en las máquinas de vending.

El mecanismo sólo funciona dentro de las instalaciones de la empresa y, según su fabricante, BioHax International, no incluye ningún componente de GPS para controlar a los empleados fuera del trabajo. Lo que sí genera es un debate ético y jurídico sobre el control en el entorno laboral. ¿Es lícito? ¿Realmente mejora la productividad? Habría que hacer un estudio.

El mecanismo sólo funciona dentro de las instalaciones de la empresa y, según su fabricante, BioHax International, no incluye ningún componente de GPS para controlar a los empleados fuera del trabajo. Lo que sí genera es un debate ético y jurídico sobre el control en el entorno laboral. ¿Es lícito? ¿Realmente mejora la productividad? Habría que hacer un estudio.

Chips hasta para ir al baño

El de Three Square Market no es el único caso. En abril de este año, 150 empleados de la tecnológica sueca Epicenter también accedieron a implantarse un microchip en sus manos para abrir y cerrar puertas o usar determinados dispositivos. De esta manera, la empresa puede controlar la cantidad y duración de las pausas para ir al lavabo o incluso identificar las compras que realizan los trabajadores en la cafetería. ¿Control excesivo? ¿Intromisión en la privacidad? ¿Necesario control de la productividad? Sean cuales sean sus consecuencias, están siendo provocadas por la tecnología.

Nadie en plantilla

También he leído estos días sobre Yupido. Ha llegado a ser la empresa más capitalizada de Portugal sin tener empleados en plantilla. ¿Cómo lo ha conseguido? Todavía hay mucho misterio en torno a Yupido y se desconoce exactamente qué servicios ofrecerá, pero sabemos que entre sus planes está revolucionar el panorama tecnológico de Portugal.

Por último me quedo con la reflexión de este fin de semana de la Eishenhower Felowships. Entre las principales conclusiones del debate que ha organizado estos días la entidad en Málaga está que la tecnología genera un nuevo mundo laboral del que algunas personas pueden quedar exlcuidas.

La tecnología genera y destruye empleo a partes iguales

La paradoja

Esa capacidad de generar y destruir empleo a la vez es una de las paradojas de la tecnología, que nos lleva a preguntarnos si debemos ver los retos que nos plantea la revolución digital como oportunidades para ser mejores profesionales o como piedras en el camino hacia la estabilidad laboral.

Quizás exista la fórmula exacta de la proporcionalidad y el sentido común o puede que tengamos que cambiar un poco el chip (mental) y reafirmarnos en nuestro puesto de trabajo desempeñando funciones que un robot jamás podría suplantar.

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