Días C || Giovanni Corazza: "La creatividad no es un lujo, es necesaria para nuestra supervivencia"


  • El Presidente de la Fondazione Guglielmo Marconi habla del valor de la creatividad en el presente y el futuro
  • En su opinión, la capacidad de desarrollar un pensamiento creativo habrá de enseñarse en colegios y universidades
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Giovanni Corazza, Presidente de la Fundazione Guglielmo Marconi y Fundador del Marconi Institute for Creativity, ha hecho en los Días C del Club de Creativos un alegato a favor de la creatividad como conocimiento y herramienta fundamental para la vida humana, especialmente de cara al futuro.
En la era de las máquinas inteligentes y conectadas que se aproxima, la creatividad no será un atributo excepcional propio de genios, sino algo que todas las personas deberán aprender y manejar.

"Somos superrápidos reconociendo y asimilando modelos"

Corazza comenzaba diciendo que lo que nos hace humanos es la inteligencia. Esa capacidad que nos permite aprender y conseguir la realización de nuestras tareas de un modo eficiente y fácil. “Somos superrápidos y supereficientes reconociendo y asimilando modelos”, señalaba Corazza. Y, precisamente, esa es la capacidad que nos permite enfrentarnos a las rutinas y a los procesos habituales de la vida sin tener que estar tomando nuevas decisiones de manera constante.
El problema es que es ese aprendizaje automático se instala con gran fijeza en nuestro modo de pensar y decidir y nos dificulta captar y aceptar novedades; todo lo interpretamos y afrontamos en función de nuestros saberes previos.

Esto sucede, según advierte Corazza, incluso con los procesos de innovación, que se encauzan y limitan de tal manera que se vinculan tanto a la realidad y tendencias existentes en sus procesos y objetivos, limitando los riesgos de manera que al final no producen una verdadera novedad, sino innovación incremental y no exponencial, por lo que no se llega nada disyuntivo
“Y eso”, dice, “no nos llevará muy lejos, especialmente si queremos afrontar una cuestión como la de la sostenibilidad. No podemos seguir en la misma línea si queremos hacer del mundo un lugar sostenible. La innovación incremental no es suficiente, se precisa de la creatividad para construir un mundo diferente”.

No podemos seguir en la misma línea de innovación si queremos hacer del mundo un lugar sostenible.- Giovanni Corazza

Creatividad, no solo para los genios

“En la era industrial, en la que todo estaba estandarizado y masificado y la información y el conocimiento fluían por unos cauces muy concretos, las escuelas y las universidades se adherían a esos estándares” comentaba Corazza, “y la creatividad era casi exclusivamente un atributo de aquellos que en el arte y en la ciencia no seguían los estándares y por eso se les llamaba genios".

Ahora el acceso a la información es mucho más personalizado, menos uniforme, y se dispone de gran cantidad de conocimiento sobre cualquier cosa de forma instantánea. “Antes, lo que nos definía como personas era lo que sabíamos”, dice Corazza. “Ahora, el conocimiento no es la cantidad de saberes que almacenamos y la experiencia que eso nos aporta, sino la capacidad de manejar la enorme cantidad de información de la que disponemos”.

La gran especialización es una pérdida de tiempo. Ahora lo relevante es la flexibilidad

Por ello, la gran especialización es, en opinión del ponente, "una pérdida de tiempo". Ahora lo relevante es la flexibilidad, la capacidad de conectar conocimientos diversos, y ahí la creatividad jugará un papel importante, será lo que nos dé dignidad como seres humanos. “Todo el mundo tendrá que ser creativo, ya no es algo para unos pocos. La creatividad será una disciplina que se enseñará en los colegios y las universidades”.

Y es que la capacidad de imaginar el futuro y generar ideas para el mismo gracias a la  creatividad será, asimismo, la característica distintiva fundamental de los seres humanos frente a unas máquinas cada vez más inteligentes y conectadas entre sí que realizarán cada vez mayor número de tareas.

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Pero la creatividad no será un lujo, una cualidad aplicable excepcionalmente, sino que determinará nuestro modo de trabajar y de vivir. "Trabajar como empleado tendrá muy poco sentido", aseguraba Corazza, “los modelos de negocio no serán muy duraderos y tendremos que generar muchas ideas nuevas, seremos emprendedores en serie. Esto será lo que hagamos, será nuestro trabajo, a menos que aspiremos a pasar el tiempo tumbados en la playa mientras las máquinas hacen las cosas y nos garantizan un salario”.
Corazza insiste en este punto: “Por si no queréis seguir escuchándome, quedaos solo con este mensaje de mis palabras: la creatividad no es un lujo, es algo necesario para nuestra dignidad y nuestra supervivencia”.

El contacto con máquinas inteligentes ya nos ha convertido en ciber-humanos, y lo seremos cada vez más en el futuro.- Giovanni Corazza

Aplicaciones, montañas y árboles

A continuación, Corazza ofrecía una lista de efectos positivos o aplicaciones del aprendizaje de la creatividad a partir de su experiencia docente en el Marconi Institute for Creativity:

  • Desarrollo de nuevos productos o servicios
  • Revolución en las capacidades laborales y profesionales
  • Aumento del bienestar
  • Mejoría en la plasticidad del cerebro
  • Mejoría en la justicia social: "El pensamiento creativo hace que se aborden las cuestiones desde puntos de vista distintos y eso puede hacernos sentir más cercanos a grupos sociales que veíamos muy alejados de nosotros”.

El profesor italiano se refería también en su ponencia a un asunto que ha aparecido varias veces en las jornadas del Club de Creativos: la dificultad de la verdadera creatividad, de las grandes ideas para abrirse paso y convertirse en realidad.
“Para que la creatividad se convierta en algo real, hace falta capacidad de persuasión, y eso nos lleva al liderazgo”, dice Corazza.

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Para terminar, el ponente precisaba que, a veces, se tiende a identificar la creatividad con la solución creativa de los problemas y eso es verdad, pero no toda la verdad.
Y lo explicaba con un símil:

“Creo que la verdadera creatividad no se parece tanto a la cuestión de escalar una montaña, cuya solución es única y limitada, como a trepar a un árbol. Partes siempre de la misma base, el tronco, pero una vez que llegas a la copa hay muchas opciones. Llegas hasta el final de una rama y coges un fruto y está bueno, pero no sabes si al final de otra rama habrá otro aún mejor”.
Y concluia apuntando: “Con esto quiero decir que el valor de la idea creativa no es obvio, tienes que luchar por él. No es predecible, a priori, ni es inmediato. Porque si el valor de esa idea se obtiene inmediatamente, es que se trata de algo muy original; si es difícil extraer su valor, es que estamos en el buen camino”.

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